“Saltar a lo colectivo es clave para construir una economía comunal”

Caracas, 22 de junio de 2023 (Prensa Mincomunas).-De acuerdo con el viceministro de Economía Comunal, Hernán Vargas, en Venezuela, las familias siempre producen de forma conjunta, se cuidan entre todos, y ese es el pilar fundamental para que el proyecto comunal reproduzca la vida.

“Solo cuando se colectiviza el hecho productivo es cuando tienes mayores posibilidades de pelear por tus derechos; porque, si no, lo que va a pasar es que le vas a ser útil a una cadena de capital que está pensando solo en la ganancia que le vas a generar. El salto a lo colectivo es clave para construir una economía comunal. Allí la comuna tiene un rol muy importante, ya que, históricamente, se ha reunido para resolver las necesidades de la comunidad; entonces, tiene que dar el salto y pensar cómo en lo productivo empezamos a organizarnos, y hacer esa tarea de convencer a la gente, de juntarse, de ser un colectivo, porque así va a ser más fácil y será posible y te llevará a distintos niveles para satisfacer las necesidades básicas”, enfatizó.

Durante su participación en el programa radiofónico «En clave comunal», transmitido por Radio Nacional de Venezuela, Vargas señaló que un circuito económico comunal es la agregación comunal para el hecho productivo; sin embargo, aclaró que el Ministerio para las Comunas y los Movimientos Sociales también promueve para el hecho del consumo.

“Si organizas el consumo en la comunidad, esto te permite sostener una economía donde empiezas a construir una cadena productiva en todos los niveles: distribución y comercialización. Lo que hacemos es construir una cadena de valor alternativa, pero es construir una economía que satisfaga todos los órdenes de vida”, manifestó.

Para el viceministro Hernán Vargas, la economía comunal debe cumplir con tres premisas esenciales: sostener la producción, asegurar las necesidades básicas de las familias y reinvertir en garantías comunitarias, establecidas en la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, para reproducir la vida.

“Estas premisas se expresan en tres fondos: uno para sostener la gestión productiva para materia prima, mantenimiento y pagar fuerza laboral. Dos, el que produce y trabaja en comuna debe tener garantizada sus requerimientos básicos como alimentos y ropa. En las épocas más difíciles, la compra colectiva para las familias que lo necesiten. Por último, se debe garantizar la reinversión en la comunidad. Si la economía comunal no aporta a la salud, educación, a los servicios públicos, entonces no es economía para la vida”, puntualizó.

Trabajar para reconectarnos

El viceministro de Economía Comunal, Hernán Vargas, reiteró que la vida humana no es la única vida del planeta, por lo que ya es hora de repensar la relación que tienen el hombre y la mujer con la naturaleza.

“Cuando hablamos de construir una cadena de valor alternativa hemos incluido la reconexión con la naturaleza. Si hay algo que tratamos de combatir es la idea, muy funcional para la lógica del capital, de que lo económico es producir muchos bienes y servicios. ¡No! Debemos construir una economía en función de satisfacer necesidades, pero garantizar que se reproduzca la vida. Nosotros somos parte de la madre tierra. La vida de todo el planeta es la que hay que proteger. Urge reconectarnos y repensarnos. Nos enseñaron a sentir vergüenza de las concepciones campesinas e indígenas. Ellos son hijos e hijas de la naturaleza y así actúan. A nosotros nos enseñaron que éramos modernos y la naturaleza es algo aparte y tú la explotas”, detalló.

En este sentido, Vargas insistió en que, en Venezuela, hay mucho tejido comunitario que siente otra relación con la naturaleza y que lucha por protegerla.

“Desde la cultura occidental moderna que nos han impuesto, suelen colocarnos en una situación en donde nosotros mismos negamos lo que ocurre con cotidianidad en las comunidades. Sobre todo en el campo, hay mucha gente que está activamente preocupada por los niveles de explotación del suelo, de la naturaleza. En zonas cafetaleras, por ejemplo, ven con preocupación los problemas de agua y deforestación, por lo que están haciendo planes para evitar y controlar esa situación. En la ciudad, ese problema está más invisibilizado. Coincidimos en el objetivo histórico de defender la vida, pero en la práctica la ciudad considera que es un problema del campo. Eso es lo que debemos repensar urgentemente”, subrayó el vocero.

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