Caracas, 4 de junio de 2025 (Prensa Mincomunas).- “Venezuela mantiene un esfuerzo constante para fortalecer los espacios de formación y concienciación sobre la paz, la justicia y la democracia participativa y protagónica, entendidas como garantías de la suprema felicidad social”. Así lo señaló la internacionalista Daniela Rodríguez, actual profesora de Geopolítica y Seguridad en el Orden Mundial en el Instituto de Altos Estudios de Seguridad de la Nación (Iaesen).
En este sentido, Daniela Rodríguez quien es doctora en Seguridad de la Nación mencionó las Siete Transformaciones, un conjunto de lineamientos que dota al pueblo de las herramientas necesarias para asumir la construcción de un mundo otro como un compromiso colectivo.
Uno de los elementos clave en este proceso es la redefinición de la relación entre los seres humanos y la naturaleza no humana. “Desde el momento en que reconocemos la importancia de transformar nuestra relación con la naturaleza, avanzamos hacia otra perspectiva. No debemos verla solo como un recurso a explotar indiscriminadamente, sino como un ser vivo, parte fundamental de nuestra existencia y digna de protección. Este principio ha estado establecido en la Revolución Bolivariana desde la llegada del comandante Hugo Chávez hasta hoy”, recordó.
En el camino hacia una cultura de paz, la licenciada en Estudios Internacionales subrayó la importancia del respeto y la convivencia entre los distintos grupos y pueblos originarios. “El reconocimiento del otro, la valoración de sus lenguas y sus formas de organización son esenciales para la construcción de sociedades justas y tolerantes”, expresó.
De acuerdo con Daniela Rodríguez, la promoción del respeto y el entendimiento mutuo permite contrarrestar el avance de la intolerancia y el fascismo, elementos que, según ella, son impulsados por élites dominantes a través de los medios de comunicación masivos y las redes sociales digitales.
“El fascismo que caracteriza a las élites dominantes en el mundo hoy se manifiesta en diversas formas. Se observa en Estados Unidos y en las decadentes élites europeas, que promueven discursos de odio contra quienes piensan distinto, contra aquellos que pertenecen a otras culturas y hablan otras lenguas. Esta postura ha llevado a la persecución y cancelación cultural de pueblos enteros, como lo que ha ocurrido con el pueblo ruso, afectando, por ejemplo, a sus músicos y deportistas. En Venezuela, pese a las imperfecciones y dificultades que enfrentamos —especialmente ante los ataques del imperio más poderoso de esta época—, el país se mantiene como un oasis de paz”, aseguró.
Durante su participación en el programa “En clave comunal”, moderado por la periodista Nerliny Carucí, la internacionalista dijo que el Estado venezolano ha priorizado siempre la tolerancia, la conciencia, la formación y el entendimiento entre los distintos sectores de la sociedad. “A través de planes, políticas públicas y el ejercicio del poder político acompañamos y reforzamos los procesos de emancipación y el fortalecimiento de la participación popular”, manifestó.
En tal sentido, Daniela Rodríguez puso como ejemplo la creación de las “casas de justicia y paz”, una iniciativa que forma parte de la Tercera Transformación. Señaló que este mecanismo busca fortalecer la convivencia pacífica y fomentar el empoderamiento del pueblo en la resolución de conflictos a nivel local.
Transformación económica y seguridad alimentaria
En el marco de la Primera Transformación, Daniela Rodríguez destacó el proceso de redescubrimiento que Venezuela ha atravesado para fortalecer su capacidad de resistencia frente a los desafíos económicos derivados de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo occidental.
La doctora en Seguridad de la Nación explicó que el país, dependiente del petróleo como fuente de ingresos, ha enfrentado un profundo aprendizaje derivado de estas adversidades, lo que ha impulsado la autosuficiencia en sectores esenciales como la alimentación.
“Históricamente, nuestra economía ha sido principalmente rentista, basada en el petróleo como principal recurso y fuente de ingresos. Sin embargo, hemos sido víctimas de una política criminal de medidas coercitivas unilaterales que han afectado indiscriminadamente al pueblo venezolano, limitando su acceso a servicios básicos como salud y alimentación. Ante esta adversidad, el pueblo y el Gobierno han demostrado la capacidad de sobreponerse, superando la dependencia del exterior en sectores tan neurálgicos como la alimentación”, subrayó.
Enfatizó que el acceso a los alimentos ya no es solo una cuestión voluntaria o complementaria, sino un tema de seguridad integral del Estado. “El acceso a los alimentos y la seguridad de los territorios productores, así como la protección del pueblo campesino y productor, son aspectos fundamentales para garantizar el abastecimiento y el respeto a los flujos de distribución. Asegurar que la población tenga acceso a este servicio básico es una cuestión de seguridad esencial. Además, alcanzar la autosuficiencia en el proceso de producción constituye una base fundamental para nuestra existencia como Estado nación”, explicó Rodríguez.
Disputa por las subjetividades
Daniela Rodríguez advirtió sobre los riesgos que enfrenta la sociedad en el siglo XXI debido a la guerra cognitiva impulsada por las grandes corporaciones tecnológicas y factores de poder.
“La principal batalla que debemos librar, en comuna, es la defensa de la mente. Contra la alienación y la manipulación cognitiva y psicológica a las que nos someten constantemente a través de las redes sociales [digitales]. Incluso lo que algunos autores llaman el ‘capitalismo de la vigilancia’. Nos han convertido en parte de un panóptico digital, en el que somos vigilados, medidos y analizados en todo momento. Es decir: cada aspecto de nuestro accionar —lo que nos gusta, lo que nos disgusta, nuestras opiniones, nuestras emociones y aquello que nos moviliza o nos mantiene en la apatía— es monitoreado y utilizado para influir en nuestra percepción de la realidad”, expuso.
No obstante, la profesora del Iaesen resaltó que la estrategia de defensa debe ir más allá de la disputa dentro de las plataformas digitales.
“La estrategia de defensa de la nación frente a estos fenómenos debe ser amplia, integral y trascender el ámbito tecnológico. Debe comenzar en las aulas de clase, en la manera en que los seres humanos y las familias interactúan y se apropian de las tecnologías, y también en la construcción de una política estatal sólida para la protección de la información, los datos y las herramientas tecnológicas del país. Es fundamental que el Estado venezolano desarrolle plataformas de comunicación y tecnologías de la información independientes, con servidores propios que garanticen la soberanía digital. Al final, esta lucha no solo busca preservar la historia del pueblo, sino también defender su derecho a definirse por sí mismo, más allá de las imposiciones de las grandes corporaciones que intentan moldear nuestra identidad y apropiarse de nuestros datos”, argumentó.
En este contexto, Daniela Rodríguez alertó sobre la explotación de la información generada por la población, la cual es utilizada por grandes corporaciones con fines comerciales y políticos.
“Debemos ejercer soberanía sobre nuestros datos. No podemos permitir que la información generada por la población sea capturada automáticamente por grandes corporaciones, utilizada —y luego patentada— con fines comerciales y políticos para dominarnos, perpetuando así un ciclo de explotación de nuestro propio conocimiento. Luego, nos venden esa misma información como productos exógenos y foráneos, reforzando nuestra dependencia. Este es, sin duda, uno de los principales campos de batalla que debemos librar como sociedad, como país y, sobre todo, como nación. La nación, entendida no solo como el Estado y el pueblo, sino también como el conjunto de valores idiosincráticos, identitarios, culturales y antropológicos que nos definen como venezolanas y venezolanos”, reafirmó.
Para la internacionalista venezolana, la defensa integral de la nación debe abarcar desde lo local hasta lo global, basada en las enseñanzas de Hugo Chávez sobre el empoderamiento comunal como clave para enfrentar las grandes transformaciones mundiales.
“Tal como expresó el comandante Chávez en el primer Aló, presidente (teórico) sobre las comunas, la principal batalla que debía librar el pueblo venezolano es el fortalecimiento del poder local. Su visión apunta a empoderar a las comunidades desde sus propias realidades, permitiéndoles comprender las grandes transformaciones que ocurren a nivel global, luchar contra sus efectos y lograr que lo local prevalezca sobre lo global”, refirió.

Un modelo de defensa integral basado en la unión cívico-militar-policial
Daniela Rodríguez, doctora en Seguridad de la Nación, expuso que la estrategia de seguridad y defensa de la Revolución Bolivariana se fundamenta en la unión cívico-militar, la cual ha evolucionado en el ámbito de la Tercera Transformación para incluir a los cuerpos policiales en una tríada estratégica.
Según explicó, esta estructura busca garantizar la integridad territorial y la soberanía nacional frente a cualquier agresión, articulando la participación del poder popular organizado a través de comunas y consejos comunales con el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y los cuerpos policiales.
Sin embargo, Daniela Rodríguez apuntó que la defensa no se limita al ámbito militar. “Se desarrolla en siete ámbitos: político, económico, cultural, social, ambiental, geográfico y militar. Al analizarlo, vemos que seis de estos ámbitos no son de naturaleza militar, mientras que solo uno lo es”, detalló.
En su opinión, el hecho de que seis de los siete ámbitos sean no militares refleja que la defensa integral es una tarea colectiva, en la que toda la población debe asumir un rol activo en la preservación de la soberanía nacional.
Desconcentración territorial
La también diplomática, Daniela Rodríguez, acentuó la deuda histórica que Venezuela tiene en cuanto a la reorganización de su población y la distribución equitativa en el territorio nacional, especialmente en las zonas del sur del país, que presentan baja densidad demográfica.
Recordó que el comandante Hugo Chávez insistió en la necesidad de generar nuevos motores de transformación económica en los estados menos poblados para romper con el modelo territorial heredado de la colonia, el cual concentró la población y el crecimiento económico en las regiones norte costeras.
“Es fundamental romper con esa visión. Por ello, la Revolución Bolivariana, a través del Proyecto Nacional Simón Bolívar y su fortalecimiento en el marco de las Siete Transformaciones bajo el liderazgo del presidente Nicolás Maduro, plantea un proceso de defensa del territorio basado en la desconcentración territorial y la organización del poder popular en las regiones. Este enfoque busca empoderar al pueblo, fortalecer los mecanismos de participación política y generar nuevos espacios de formación, educación y transformación económica. Asimismo, impulsa una mayor vinculación social con las comunidades y regiones”, alegó.
El Esequibo: defensa territorial y desafíos ante intereses imperialistas
Daniela Rodríguez, licenciada en Estudios Internacionales, destacó la relevancia estratégica del Esequibo y lo identificó como un territorio clave para la soberanía nacional y la defensa integral de Venezuela.
“El Esequibo es un territorio de gran relevancia histórica y simbólica para Venezuela, heredado desde la Capitanía General y legítimamente parte de la República. Además de sus vastos recursos minerales y energéticos, representa un punto estratégico clave en la defensa nacional, ya que actúa como un freno ante las ambiciones de potencias extranjeras, particularmente Estados Unidos y el Reino Unido, que han intentado apropiarse de esta región para extender su influencia hasta el Delta del Orinoco. En el aspecto de la Tercera Transformación, la defensa integral del Esequibo se ha convertido en un elemento estratégico esencial para preservar la soberanía territorial, la identidad nacional y la integridad histórica del país”, puntualizó.
Rodríguez también advirtió sobre el incremento del gasto militar en Guyana. Afirmó que este país aumentó en un 78 % su inversión en defensa en 2024, en colaboración con Estados Unidos y la empresa ExxonMobil. Según expuso, la presencia de bases militares y patrullajes de la Guardia Costera del Comando Sur en la región representa una amenaza directa para Venezuela.
“Este desafío es parte fundamental de nuestra realidad. Por ello, la Revolución Bolivariana y el gobierno del presidente Nicolás Maduro impulsan esta Tercera Transformación desde una perspectiva pacífica, enfocada en la preparación para garantizar la seguridad y la defensa integral del territorio, siempre con los valores de la democracia participativa y protagónica como estandarte. Este esfuerzo prioriza el abordaje comunitario y el entendimiento multidimensional de los problemas de seguridad. Sobre todo, reconoce a nuestros pueblos como los actores más relevantes para la construcción y preservación de la paz”, subrayó.
Redacción: José Tomedes Gutiérrez