Caracas, 20 de agosto de 2025 (Prensa Mincomunas).- “Proteger una pequeña isla verde en la ciudad moderna se nos hace complicado. Es una disputa permanente”. Así lo manifestó Lewis Allen, al referirse al espacio de 400 metros cuadrados que el Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle recuperó en la calle 11 de esa localidad. Allí, en medio del concreto y la presión urbanística capitalista, se levanta un centro comunitario de investigación agroecológica, que desafía la lógica de la modernidad.
Para Lewis Allen, vocero del Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle, en Caracas, la Comuna venezolana impulsa prácticas agroecológicas que “no solo tienen que ver con otras formas de producción, sino con otro tipo de relacionamiento. Tiene que ver con la vida”, expresó.
Durante el programa radial “En clave comunal”, este comunero contó que este movimiento defiende la agroecología como un poder transformador, capaz de generar soberanía alimentaria y, al mismo tiempo, otras formas de vínculo con la naturaleza humana y no humana. En medio de la ciudad, estos comunes disputan el territorio no solo para sembrar alimentos, sino para sembrar conciencia, afectividad y comunidad.
Allen precisó que aún hoy, tras cinco años de trabajo comunitario, enfrentan tensiones con sectores que buscan convertir los espacios verdes en estacionamientos o quioscos. “Hay gente que simplemente no les importa, no consideran lo que hace el movimiento, solo procuran sus propios intereses. Entonces, tenemos una pugna diaria. Lo que hacemos acá es con mucho amor, porque es lo que nos gusta”, dijo.
El vocero refirió que no solo cuentan con el espacio de El Valle, sino que también acompañan “otros espacios productivos en Caracas, donde hay conuqueros y conuqueras. Nosotros concienciamos a las personas en el tema agroecológico. Decimos que hay que cuestionar la idea de que lo mejor son los fertilizantes y semillas de la agroindustria”, contó.
En diálogo con la periodista Nerliny Carucí, el investigador comunitario Lewis Allen destacó la importancia de recuperar el conocimiento sobre el semillamiento como práctica popular. “Nosotros comenzamos haciendo talleres de semillamiento, cómo hacer pequeños reservorios de semillas”, señaló.

Espiritualidad y saberes ancestrales en la práctica agroecológica
El investigador comunitario Lewis Allen reiteró que la agroecología no se limita a una técnica de cultivo, sino que es, ante todo, una forma de relacionamiento con la vida, con los animales, con la Tierra y con los saberes ancestrales.
“Desde una pequeña oración, hasta saber cómo curarnos con las energías de las plantas. Cuando abrazas un árbol, es una interrelación bonita, sientes una energía bonita. Eso no tiene una explicación, porque eso hay que sentirlo”, relató.
El vocero del Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle mencionó que han recibido visitas de pueblos indígenas que han nutrido su formación espiritual y holística. Contó, además, que, en tema de la formación, forman parte de un equipo de estudio de la Universidad Bolivariana de los Trabajadores Jesús Rivero, en el área de agroalimentación.
La naturaleza como proveedora de vida y salud
En el Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle, los insectos no son plagas, son parte de la convivencia natural. En tal sentido, Lewis Allen cuestionó la narrativa dominante que sataniza y destruye la biodiversidad.
“Los insectos no son plagas, no son malos, es el modelo dominante el que destruye la naturaleza [humana y no humana]”, aclaró.
Señaló que, para el control agroecológico, el movimiento caraqueño fabrica sus propios fertilizantes y bioinsumos elaborados artesanalmente y ha incorporado el uso del árbol de nim, una planta originaria de Asia, que controla una gran variedad de insectos sin dañar el ecosistema.
Lewis Allen aseguró que, como practicantes de la agroecología, se distancian del monocultivo. “No usamos el monocultivo para nada. No estamos de acuerdo con el monocultivo porque es causante de la pérdida de biodiversidad en el planeta”, afirmó.
Recalcó que la rotación de cultivos es una práctica esencial para el Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle. “Es importante para permitir que el suelo reviva algunos nutrientes”, explicó.
El vocero comunitario manifestó que en los espacios recuperados, se permite el crecimiento de hierbas silvestres como el mastuerzo —utilizado para tratar la artritis— y el mapurite —una planta con propiedades anticancerígenas, que suele ser falsamente considerada “maleza”—. “No son malezas, son parte de lo que nos provee la naturaleza”, aclaró.
Durante la conversa radial, el líder comunitario Lewis Allen comentó el vínculo que ha establecido el Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle con el Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y la Universidad Bolivariana de los Trabajadores Jesús Rivero. “El IVIC nos ha apoyado muchísimo con su laboratorio”, señaló Lewis Allen.

En El Valle se cultiva desde lo colectivo
Para Lewis Allen, la diferencia entre el modelo agroindustrial y la agroecología urbana es notable. La diferencia, explicó, no radica solo en la técnica, sino en la concepción misma de la siembra: “Para qué se siembra, por qué se siembra, para quiénes se siembra y, sobre todo, cómo se siembra”.
Argumentó que, mientras en los campos de la agroindustria la producción se orienta al mercado y depende de maquinaria pesada y agroquímicos, en El Valle se cultiva desde lo colectivo y con respeto a los ciclos naturales de la madre tierra.
“Nos mueve el espíritu colectivo, de producir para nuestra comunidad, para nuestros hijos, para nuestras familias. Nosotros cultivamos nuestros propios alimentos, bajo una perspectiva orgánica, sin nada de agrotóxicos y, sobre todo, con respeto a la naturaleza”, señaló Allen.
Manifestó que se debe apuntar hacia el nuevo territorio comunal: “Territorios con una producción autónoma, donde el capital no nos dicte qué debemos o no comer, qué producir y qué no. Para ello, debemos tener presente la sabiduría de nuestros ancestros. La comuna no es solo una instancia política, es también espiritualidad”.
“Solo el pueblo salva al pueblo”
“La fortaleza es la gente”, afirmó Lewis Allen, vocero del Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle, al responder sobre las capacidades de la comuna urbana para desarrollar la agroecología.
De acuerdo con Allen, la agricultura urbana no depende de grandes recursos, sino de la voluntad colectiva. “En la agricultura urbana la clave es la voluntad que se forja y la autoconciencia”, aseguró.
Ilustró ejemplos como en el Valle de Beraca (Caricuao), en Montesinaí (El Junquito) y en la Comuna El Quilombo, en la parroquia San Pedro de la ciudad capital, donde la agroecología urbana no solo produce alimentos, sino también conciencia, vínculos y soberanía. “Hay gente trabajando la agroecología de los márgenes en la ciudad: criando, cosechando, sembrando, cultivando patria, cultivando semillas de conciencia”, refirió

Agroecología en disputa
Según el vocero comunitario Lewis Allen, “la agroecología que ofrece el capitalismo se ha convertido, como todo lo que hace, en una moda. El capitalismo pretende ‘salvar el mundo’ mientras lo destruye con sus propias lógicas de consumo y acumulación infinita”, evidenció.
Dijo que la diferencia con la agroecología comunal es totalmente opuesta. “Nuestra agroecología produce sano, soberano, con un fin territorial que nos dé la toma de decisiones en lo que queremos consumir. El capitalismo, por medio de sus grandes cadenas comerciales de alimentos, su industria alimentaria, destruye la naturaleza y enferma a la humanidad”, alegó.
Reiteró que, desde las comunas urbanas, el movimiento reivindica una gastronomía ancestral “superbuenísima”. “Esa es nuestra agroecología, la herencia que nos dejaron nuestros pueblos originarios”, apuntó.
El líder comunitario Lewis Allen relató que en el Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle no solo se cultivan alimentos, sino que también se debaten las coyunturas globales: “Eso es importantísimo: generar un debate sobre lo que está sucediendo no solo en nuestro pequeño territorio, sino también a nivel nacional y mundial, entendiendo que eso también nos afecta”.

El conuco poliproductivo
En plática con la periodista Carucí, el vocero Lewis Allen precisó que la planificación de cultivos en el Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle es de acuerdo con la temporada y con la salud del suelo.
“Los alimentos vienen primero por temporada, sobre todo las frutas y los árboles frutales. Uno va sembrando, tenemos árboles frutales: aguacates, lechosa. Tenemos cambures; ahí tenemos bastante. Hay distintos tipos de conucos; nosotros nos enfocamos en el conuco poliproductivo. Siempre sembramos y vamos haciendo rotación de cultivos. Depende de la temporada y del desgaste de los suelos”, explicó.
Sembrar conciencia
Lewis Allen, hijo de Porlamar, en el estado Nueva Esparta, pero con más de 30 años en Caracas, señaló que la siembra también implica el encuentro con las nuevas generaciones. En el espacio de cultivo del Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle se han sumado estudiantes de escuelas y liceos de la zona para hacer prácticas de siembra y ensemillamiento. De hecho, en este lugar se genera el maíz con el que se elabora el vaso de fororo de los estudiantes de la E. B. N. José Cruz Carrillo.
Para finalizar, el vocero del Movimiento Agroecológico Siembra Los Jardines de El Valle, en Caracas, invitó al pueblo a sembrar no solos cultivos, sino a sembrar amor, conciencia, solidaridad y voluntad, para seguir sembrando patria. “Una patria orgánica, sin agrotóxicos. Una patria soberana e independiente. ¡Sembrar es vencer!”, concluyó.
Redacción: José Tomedes Gutiérrez