‎Café Hecho en Comuna cruza fronteras y conquista el paladar internacional 3/3

Venezuela, 9 de julio de 2025 (Prensa Mincomunas).- Desde las entrañas fértiles de la montaña venezolana, donde el café nace entre la neblina, el canto de los gallos y las manos curtidas del pueblo, una nueva historia se abre paso: el café Comunal, hecho con amor, disciplina y dignidad, ya no solo alimenta los hogares del país, sino que ha comenzado a dejar su impronta más allá de nuestras fronteras.

Las Comunas, corazón palpitante del Poder Popular organizado, están escribiendo una nueva página en la historia económica de Venezuela. Bajo el Motor Nº 12 de la Agenda Económica Bolivariana —la Economía Comunal, Socialista y Solidaria—, el café ha emergido como símbolo de soberanía productiva, esfuerzo colectivo y diversificación económica.

Hoy, el mundo comienza a saborear ese trabajo silencioso y constante que durante años ha crecido entre laderas y quebradas. El café Comunal venezolano ha trascendido el territorio nacional, llevando su aroma, calidad y fuerza a mercados internacionales, donde es recibido como lo que es: una joya agrícola cultivada por el pueblo.

“Solicitamos autorización al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro y fue aprobada para llevar los primeros seis container de café verde del Plan Comunal del Café”, relató con emoción el Comunero ministro del Poder Popular para las Comunas, Movimientos Sociales y Agricultura Urbana, Ángel Prado, durante su programa Pueblo a la Calle.

Una siembra que ya se cosecha en el extranjero

En mayo de 2025 se cumplió esa meta largamente soñada, las Comunas del estado Lara enviaron una primera entrega de café verde a Europa y Estados Unidos, abriendo así una ruta de exportación construida desde la base popular. Luego, en un segundo hito histórico, 12 Comunas agrupadas en la Empresa de Propiedad Social Indirecta Comunal Enriquito Colmenarez, del municipio Andrés Eloy Blanco, exportaron más de 56 mil kilogramos de café hacia Italia y dos contenedores más a territorio estadounidense.

Pero esta historia no termina en la venta. Cada grano enviado lleva consigo un propósito: reinversión en la vida. Como bien expresó la productora Bárbara Freites, del estado Lara: “Los excedentes que se obtengan de esta entrega serán reinvertidos en insumos, comida, vialidad, ambulatorios y viviendas para las familias de los productores”.

El café Comunal no es un simple producto: es una herramienta para transformar realidades, un puente entre la tierra y el bienestar colectivo, una ofrenda digna del campo a la ciudad, del productor al consumidor, del país al mundo.

Un país que exporta identidad

Bajo las 7 Transformaciones del Plan de la Patria, Venezuela ha comenzado a exportar mucho más que petróleo. Ahora son los frutos de la tierra los que hablan por nosotros: el cacao de nuestros valles, el ron de nuestras haciendas, las especies del mar Caribe… y el café, nuestro embajador de aroma y resistencia.

Las Comunas avanzan, y con ellas, un país que apuesta por el trabajo colectivo, por la economía que nace desde abajo y por una nueva forma de relacionarnos con el mundo. Porque cada contenedor que sale cargado de café comunal lleva también la certeza de que otro modelo es posible, y ya está en marcha.

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