Esta organización, con sede en Barquisimeto, cuenta por sí misma la historia del cooperativismo exitoso en Venezuela.
Cecosesola, esa “palabra rara”, como la describen sus fundadores, es el nombre de la primera organización central cooperativista del país. Situada en la capital del estado Lara, nació en 1967 con el propósito de atender una de las principales necesidades de la comunidad: costear los servicios funerarios.
Sin buscar lucrarse ni solicitar ayudas, su historia comienza con un grupo de cooperativas de ahorro y préstamo de Barquisimeto, conformadas en la década de los sesenta con asesoría del Centro Gumilla (propulsor de esta forma de organización). Estas cooperativas se unieron para crear la primera funeraria cooperativista del país.
Todo se inicia cuando los asociados a estas cooperativas comienzan a solicitar préstamos para enterrar a sus familiares. Esto los lleva a reflexionar y plantear la idea de crear una cooperativa funeraria.
Sin embargo, como la ley no permitía registrar una cooperativa de servicios funerarios, decidieron conformar una central. Así nació la primera Central Cooperativa de Servicios Sociales del país, cuyas siglas eran Cecosesola, nombre que la organización adoptó más de treinta años después.
Esta exitosa experiencia de servicio funerario, que hoy, 58 años después, sigue operativa, marcó el inicio del propósito de Cecosesola: demostrar que, a través del esfuerzo, el trabajo y el cooperativismo de la propia gente, es posible construir alternativas de servicios para la comunidad, al margen del lucro del sector privado y de las deficiencias del sistema público.



Expansión hacia el transporte y la alimentación
Años después, a mediados de la década de los setenta, ante un fuerte aumento del pasaje del transporte público, Cecosesola planteó la idea de crear un sistema de transporte cooperativista para los trabajadores y la comunidad. Aunque llegaron a tener 132 unidades en todo Barquisimeto, la iniciativa fracasó debido a la dificultad de muchos conductores para comprender la gestión cooperativa, sumado al proceso inflacionario que atravesaba el país, lo que impidió mantener estable el precio del pasaje.
Tras esta experiencia en el sector transporte, surgió la iniciativa de impulsar las exitosas Ferias de Consumo Familiar, clave en los momentos económicos más difíciles para la comunidad barquisimetana.
Desde 1983, productores y consumidores se encuentran todas las semanas en 22 puntos de distribución en la capital larense, donde se comercializan productos agrícolas producidos y distribuidos por cooperativas asociadas a Cecosesola, a precios 30% más económicos que en los mercados tradicionales.


El primer centro de salud cooperativista
Años después, Cecosesola asumió un nuevo reto: la creación de un centro de salud cooperativista. Sus asociados y la comunidad, conformada por familias de bajos ingresos, no tenían acceso a la medicina privada, y la atención en el sistema público de salud era deficiente. Así, decidieron organizarse para ofrecer los servicios de salud que necesitaban.
Los asociados de Cecosesola se activaron para recaudar fondos destinados a la construcción de un moderno edificio de cuatro pisos, con amplias áreas de consultorios, hospitalización, quirófanos y espacios bien cuidados, incluyendo pasillos, escaleras y jardines.

El esfuerzo colectivo, el ahorro de los asociados y las ganancias de las Ferias de Consumo Familiar fueron clave para la ejecución de esta obra, que comenzó en 2003 y finalizó en 2009.
Así nació el Centro Integral Cooperativo de Salud de Cecosesola, una experiencia comunitaria, autogestionada e integral que presta servicios a precios solidarios. Está ubicado al oeste de Barquisimeto, en la calle 20 de Pueblo Nuevo.
Con dieciséis años de servicio, el centro de salud cuenta con veinte camas de hospitalización, dos quirófanos, laboratorio, radiología, mamografía y ecografía.
Además, ofrece especialidades como medicina general, pediatría, ginecología, angiología, cardiología, cirugía, cirugía pediátrica, gastroenterología, medicina interna, nutrición, otorrinolaringología, psicología, psicopedagogía, psiquiatría, traumatología y urología.
También atiende especialidades alternativas como acupuntura, hidroterapia, masajes, parto natural respetado, Tai Chi y yoga.
Cerca de 10 mil asociados de Cecosesola reciben atención médica en este centro integral de salud mediante pagos mínimos mensuales, y aproximadamente 30 mil personas de la comunidad acceden a estos servicios a precios accesibles. En 2024, se registró la atención de 245 mil pacientes en las diferentes especialidades.
Tres generaciones en Cecosesola
Lizet Vargas, trabajadora asociada a Cecosesola, representa la tercera generación de esta organización y ha seguido los pasos de sus fundadores.
Su abuelo, José Alejandro Cambero, fue uno de los fundadores de la Cooperativa de Ahorro y Préstamos John F. Kennedy, una de las diez asociaciones del oeste de Barquisimeto que se unieron para crear el primer servicio funerario cooperativista en 1967.
Vargas, quien se crió con sus abuelos, recuerda que, de niña, los acompañaba junto a sus hermanos a las reuniones de las cooperativas los sábados. Para ella, los fines de semana eran sinónimo de asambleas los sábados y misa los domingos. Desde pequeña, ya tenía su libreta de ahorro de la cooperativa.
Para Vargas, el éxito de Cecosesola radica en que siempre se concibió como una organización sin fines de lucro, pero con la conciencia de que no debía operar con pérdidas, sino con responsabilidad para mantener la cooperativa. Además, destaca que su propósito es avanzar hacia un proceso de transformación.
El crecimiento de Cecosesola ha sido posible gracias a la incorporación de más personas a la organización. Desde las cooperativas de ahorro y préstamo, sus fundadores y generaciones posteriores comprendieron la necesidad de cuidar comunitariamente los recursos con austeridad, bajo la visión de que siempre hay un servicio que ofrecer y una necesidad que cubrir.
Ese entendimiento ha trascendido a lo largo de 58 años de organización, requiriendo actualmente personas dedicadas a tiempo completo, como Vargas, para continuar con este trabajo.
Hoy, Cecosesola integra a más de 50 organizaciones. Sus servicios de funeraria, salud, fondo de préstamos colectivos y ferias de alimentos, provenientes de su red de producción agrícola y unidades de producción comunitaria, están abiertos a la comunidad.
En 2022, Cecosesola recibió el Premio Nobel Alternativo en Estocolmo, en reconocimiento a su trabajo continuo en beneficio de la comunidad.


