Bolívar, 13 de marzo de 2025 (Prensa Mincomunas).- Entre los años cincuenta y sesenta, cuando los campesinos del estado Bolívar veían a las razas más puras de ganado —Hereford, Angus, Shorthorn y Brahman— con una marca de hierro de cría el cual hacía alusión a una casa, sabían claramente que este ganado pertenecía al Hato La Vergareña.

El Hato —una gran extensión de terreno dedicada principalmente a la cría de ganado— La Vergareña, fue fundada por el gobernador del estado Bolívar —de 1958 a 1959— Horario Cabrera Sifontes, un historiador y ensayista que tiempo después le vendió esta significativa extensión de terreno al empresario norteamericano Daniel Keith Ludwig, un burgués dedicado a transportar mineral de hierro desde Venezuela hasta Estados Unidos de América.
Esta vasta extensión de tierras era símbolo de un modelo de propiedad agraria marcado por la concentración de tierras en pocas manos. Ludwig, al igual que otros empresarios de la época, representaba la élite burguesa y un modelo de economía extractiva e imperialista.
La adquisición de La Vergareña por parte de Ludwig fue parte de su estrategia de expansión empresarial. Al hacerse con estas tierras, Ludwig diversificó sus inversiones, aprovechando las vastas oportunidades de recursos naturales y producción agropecuaria que Venezuela le ofrecía, sin considerar las necesidades de la población local.
En 1976, Ludwig vendió aproximadamente 178 mil hectáreas de La Vergareña al arquitecto venezolano Moisés Benacerraf, quien, a su vez, implementó tres programas productivos fundamentales: el ganadero, el agrícola y el forestal. A pesar de haber reivindicado a La Vergareña, Benacerraf, al igual que sus predecesores, continuaron trabajando bajo un modelo económico en el que se priorizaba el lucro privado.
Durante aquella época, el Gobierno liderado por el ex presidente Rómulo Betancourt estaba profundamente marcado por la concentración de tierras en pocas manos, como se evidenció en el caso de La Vergareña. Esta hacienda era un ejemplo claro del dominio de grandes terratenientes y empresarios extranjeros sobre vastas extensiones de tierra.
Betancourt, con su enfoque de modernización capitalista, buscaba fortalecer el sector productivo a través de la inversión privada y la industrialización, pero no implementó una reforma agraria efectiva que beneficiara a los campesinos, quienes seguían desplazados y privados del acceso a tierras productivas.
Así, mientras figuras como Ludwig consolidaban su poder económico al adquirir tierras como La Vergareña, la estructura de propiedad en Venezuela seguía siendo profundamente desigual, favoreciendo a unos pocos y marginando a la gran mayoría de la población rural.
“Vamos a seguir recuperando las tierras para ponerlas a producir y garantizar la soberanía alimentaria del pueblo venezolano”

Desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, el Gobierno Nacional ha trabajado de manera constante para devolverle al pueblo el acceso a los recursos productivos, combatiendo el latifundio y promoviendo la justicia social en el campo. Este compromiso se materializó con la promulgación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en el año 2001, lo cual permitió al Estado intervenir y redistribuir tierras que no estuvieran siendo aprovechadas adecuadamente o que estuvieran bajo el control de grandes propietarios privados.
En el marco de las políticas de reforma agraria impulsadas por el gobierno del presidente Hugo Chávez, la toma de La Vergareña —realizada en el año 2008— se llevó a cabo como parte de la estrategia nacional para garantizar la soberanía alimentaria y promover una distribución justa de las tierras productivas en Venezuela.
La hacienda La Vergareña, reconocida por su alta productividad en el sector ganadero y agrícola, fue intervenida en línea con esta política, con el objetivo de garantizar que su potencial productivo beneficiara directamente a las comunidades campesinas y contribuyera al fortalecimiento de la producción nacional de alimentos.
Proyecto Patria Grande del Sur trabajará de la mano con el MST de Brasil

En esta línea, el 20 de septiembre del 2024, el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, presentó con entusiasmo el Proyecto Patria Grande del Sur, en alianza con el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil. Este ambicioso plan, que abarcará más de 10 mil hectáreas en la región de la antigua Vergareña, estado Bolívar, tiene como objetivo transformar la zona en un referente agrícola para Venezuela y América Latina.
La noticia —revelada en la emisión número 56 de su programa “Con Maduro Más”— destacó la importancia de este proyecto para avanzar hacia la autosuficiencia alimentaria y fortalecer la soberanía del país. “Este es un proyecto esencial que contribuirá a garantizar alimentos para los venezolanos y nuestros hermanos de América Latina”, expresó Maduro con optimismo.

El presidente Maduro designó a Wilmar Castro Soteldo como comisionado presidencial para supervisar y coordinar las actividades de este plan. En su discurso, mencionó que la meta es expandir las tierras productivas de 10 mil a 100 mil hectáreas para consolidar un modelo agrícola autosuficiente y sostenible y así ofrecer productos frescos tanto para el estado Bolívar como para Venezuela entera.
“Estamos construyendo un sistema agroecológico y comunitario que asegure la seguridad alimentaria de nuestro pueblo. Este proyecto hará de Venezuela un líder agrícola en América Latina”, afirmó Maduro, quien subrayó que este es un paso decisivo para el futuro del país.
El presidente Maduro destacó que este proyecto se enmarca dentro de las 7T, una estrategia para transformar la economía venezolana. “La Vergareña debe convertirse en un ejemplo de producción de alimentos y de conciencia social. A pesar de las dificultades, hoy Venezuela produce el 100 % de los alimentos que llegan a la mesa del pueblo”, dijo el mandatario.
“Este proyecto permitirá la expansión de la producción nacional, impulsando la autosuficiencia alimentaria de Venezuela”

Con el propósito de fortalecer el sector productivo y garantizar la seguridad alimentaria en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro transferirá tierras del antiguo Hato La Vergareña, este jueves 13 de marzo al Poder Popular organizado en Brigadas de la Unión Comunera de Venezuela, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil y organizaciones campesinas e indígenas.
Este será un proyecto desarrollado en colaboración con los movimientos campesinos e indígenas, así como con comuneras y comuneros, quienes trabajarán de manera conjunta con los entes encargados para lograr una integración eficiente y fortalecer la producción agrícola en la región.
Con el Proyecto Patria Grande del Sur, el presidente busca no solo aumentar la capacidad productiva en Venezuela, sino también consolidar la cooperación entre el pueblo venezolano y el brasileño en la producción de alimentos, promoviendo la integración de ambos países en un esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de los campesinos e indígenas en la región.
