Investigador venezolano: Sistema actual de salud, basado en lo curativo y en el capital, no ha dado ni dará respuestas a la humanidad

Caracas, 13 de marzo de 2025 (Prensa Mincomunas).- “En materia de salud, debemos comenzar a buscar otras lógicas y otros pensamientos; a recuperar esa memoria cultural y ancestral que tenemos en Venezuela”. Así lo destacó el comunero, investigador y educador popular Néstor Hugo Angulo.

Con base en esa necesidad de repensar la salud desde un razonamiento descolonial y crítico, el instigador venezolano reflexionó sobre el sistema de salud que prevalece en Venezuela y en la mayor parte del mundo, un sistema basado en lo curativo.

En este contexto, Néstor Hugo Angulo subrayó que el sistema capitalista permea todas las aristas de la vida de una sociedad, incluyendo la salud.

El comunero insistió en la necesidad de un sistema educativo que fomente la reflexión, el pensamiento crítico y la acción con una lógica diferente. Angulo dijo que elementos como la alimentación, la meditación, el ejercicio y la relación con la Tierra deben estar en el centro del programa de transformación comunal. Además, resaltó la importancia de que las comunas, los consejos comunales y los territorios comunitarios generen políticas públicas en el ámbito de la salud.

“No solo debemos dar el salto cualitativo y pasar de ser pacientes y estadísticas, de un grupo determinado que sufre alguna enfermedad, a ser generadores de políticas públicas dentro del territorio. Sobre todo, debemos coordinar, junto con el Gobierno nacional, los Gobiernos regionales y los Gobiernos locales, un sistema basado en la prevención, donde la formación sea transversal y llegue a cada uno de los comuneros, comenzando desde las instituciones educativas, desde preescolar hasta nivel universitario. Es un tema, sin duda alguna, álgido y vigente, para el cual no tenemos recetas predefinidas. Ese abordaje se construirá con el debate, los aportes, las ideas y las realidades propias que vivimos en cada uno de los territorios comunitarios”, consideró.

Hacia una salud integral y comunitaria

Durante su participación en el programa radial “En clave comunal”, moderado por la periodista Nerliny Carucí, el autor del libro Comuna. Construcción del socialismo desde abajo y desde adentro, Néstor Hugo Angulo, reiteró la necesidad de romper con la visión occidental de la salud centrada en la enfermología y la medicación.

“Somos una sociedad enferma, con patrones de alimentación contranaturales. Son pocas las personas que no padecen diabetes, hipertensión y una serie de enfermedades que, de una u otra manera, condicionan al ser humano. Estas enfermedades crean una dependencia no solo de medicamentos, sino que también imponen un modo de vida y un sistema de salud que no aborda las raíces del problema, sino que está diseñado para mantener esos problemas”, apuntó.

El docente popular recordó que Hugo Chávez enfatizó la importancia de ir a las raíces del sistema de salud y construir uno nuevo desde la comunidad.

Expresó que, actualmente, el sistema de salud en Venezuela se sustenta en un 90 % en lo curativo y en menor número en lo preventivo. “Lo preventivo está relacionado, en primer lugar, con la formación. Prácticamente, no tenemos una cultura de investigar, interactuar y generar políticas públicas en el área de salud, y esto es fundamental para comenzar a crear ese nuevo sistema de salud en el territorio”, explicó.

Néstor Hugo Angulo acentuó la importancia de un sistema integral e integrador que vincule diferentes iniciativas y enfoques. Propuso una nueva práctica educativa que fomente la discusión y los aportes en las comunidades, en lugar de centrarse solo en más equipos, instalaciones e insumos.

“Por lo general, en las comunidades, la discusión en el sistema de salud generalmente se centra en la necesidad de más equipos, más instalaciones, más insumos y más aparatos. Sin embargo, rara vez abordamos el problema de una sociedad que, de una u otra manera, se está volviendo cada vez más enferma. Esto beneficia a las grandes corporaciones farmacéuticas, que, en lugar de producir medicamentos para curar, desarrollan productos que mantienen a las personas dependientes de una pastilla, unas gotas o cualquier otro insumo durante 30, 40 o 50 años. Cambiar esto es un reto bien importante que tiene no solamente Venezuela, sino la humanidad entera”, dijo.

El investigador venezolano resaltó el avance de Cuba en el sistema preventivo, donde los médicos dedican tiempo a conocer las condiciones de vida de la comunidad. “Cuba ha avanzado mucho en el sistema preventivo. Recordemos cuando los cubanos llegaron a Venezuela: tenían dos turnos. En el primer turno, daban consulta en su espacio; y en el segundo turno, por la tarde, recorrían el territorio para conocer las condiciones de vida de la comunidad. Identificaban a las personas con enfermedades crónicas y otras situaciones adversas que les impedían vivir de manera feliz y útil a la sociedad. Estas son algunas ideas que estamos aportando para la construcción del Sistema Único de Salud Integral Comunal. Sin embargo, el debate debe darse en el seno de las comunidades”, instó.

Desafíos de vivir con salud en entornos urbanos

Néstor Hugo Angulo, cofundador del Centro de Estudios, Aprendizajes e Investigaciones Comunales Kléber Ramírez, ubicado en el estado Mérida, reflexionó sobre los desafíos de vivir saludablemente en ciudades diseñadas para no favorecer ni la salud ni lo comunitario.

Recalcó que, en las comunidades urbanas, a menudo vivimos en competencia y “sobre el reloj”, lo que dificulta el reencuentro para debatir y discutir temas como la salud.

Destacó que los planes del programa de transformación comunal deben abordar no solo lo económico, sino también lo cultural, educativo y de salud. Enfatizó la importancia de enseñar a los niños, desde edad preescolar, a comer, respirar, convivir, respetar la naturaleza no humana y tener un pensamiento crítico y liberador y, sobre todo, que sean instrumentos para hacer transformaciones en los espacios en los que viven.

El investigador sostuvo que, al estructurar y organizar estos procesos, se lograrán comunidades más responsables en sus espacios territoriales. “No se trata solo de ser residentes de viviendas, sino de ser pobladores que buscan el bienestar común y la felicidad, como nos decía Hugo Chávez: el vivir viviendo, el vivir para la vida, el vivir para la felicidad”, declaró.

La alimentación como hecho cultural y su impacto en la salud

Néstor Hugo Angulo refirió la importancia del alimento como un hecho cultural con un valor biológico y nutricional. Destacó que lo que consumimos tiene repercusión en nuestra salud y vida.

“Para poner un ejemplo, aquí en Mérida, en Los Curos o en La Pedregosa, donde actualmente vivo, cuando voy al abasto, voy al Sotorroza. Al entrar al Sotorroza, hay cerca de 30 o 35 productores que vienen del Morro. Se trasladan aproximadamente dos horas para llegar a la ciudad de Mérida y tienen una producción totalmente orgánica. No utilizan productos químicos. Ahí compro apio, ocumo, mora, caraotas, quinchoncho y una variedad de ramas que también venden. ¿Y por qué lo hago? No es solo porque vienen de lejos, sino porque ellos trabajan el campo. Primero, trabajan la tierra de forma colectiva. Segundo, han rescatado variedades de productos que han caracterizado y conocen el valor nutricional y biológico de esos alimentos. No utilizan productos químicos”, contó.

Citó que uno de los aprendizajes que tuvo con un médico naturista fue que “una planta que tenga rastros de un insecto significa que no han aplicado productos químicos. Tenemos comenzar a rescatar esa cultura de alimentación sana, de alimentación para la vida y para sustentarnos, debemos recordar que la alimentación también está relacionada con la manera de pensar”, aseguró.

Néstor Hugo Angulo destacó la importancia de las frutas en la alimentación, no solo por su aporte de fibra, minerales, antioxidantes y vitaminas, sino también por otros elementos necesarios para la salud. Subrayó que, a menudo, las personas asocian la vitamina C con un medicamento de farmacia en lugar de alimentos naturales como la naranja, la guayaba, la fresa y la mora.

“Debemos buscar estilos de vida respetuosos con la naturaleza [no humana], que nos permitan producir diversas frutas tropicales como la lechosa, la parchita, la badea y la guayaba. Estas frutas aportan vitaminas, elementos y microelementos esenciales para el desarrollo del cuerpo, los tejidos y las células”, afirmó.

Salud natural versus salud convencional

Sobre la diferencia entre la salud natural y los sistemas de salud convencionales, Néstor Hugo Angulo citó a Keshava, un hindú que vivió en Venezuela, quien decía que la medicina natural está alineada con la vida, mientras que la medicina convencional, asociada con el sistema capitalista, está alineada con la muerte.

El investigador remarcó que diversas culturas han desarrollado sus propios sistemas de salud a lo largo de miles de años, como la medicina ayurvédica de la India y la medicina tradicional china. Refirió que, en América Latina, también existen prácticas ancestrales que han perdurado por milenios.

“Como dijo el antropólogo venezolano Mario Sanoja en sus investigaciones, aquí hay vida desde hace más de 15 000 años. Los pueblos siempre buscan respuestas a la realidad y a sus necesidades. La salud, vista desde una perspectiva natural, revela que en algunas sociedades el concepto de enfermedad no existe; en su lugar, se habla de desequilibrio. El desequilibrio puede ser emocional, causado por una mala alimentación o por un determinado modo de vida. No obstante, el concepto de enfermedad como tal no existe. Se trata de buscar el equilibrio. Recuperar el equilibrio para que el cuerpo tenga la salud que no solo demanda, sino que permite al ser humano vivir feliz, producir, trabajar y convivir en armonía con los demás”, puntualizó.

Angulo reconoció los avances de la ciencia, pero señaló que están sustentados en intereses que buscan mantener a una sociedad enferma. Explicó que, desde el punto de vista sanitario, tener a una sociedad en estas condiciones requiere miles y millones de recursos. “Si esos recursos se utilizaran en educación, en una alimentación más sana y en una agricultura que favorezca la vida y respete a la naturaleza [no humana], tendríamos una realidad completamente diferente”, precisó.

Invitó a recuperar el conocimiento sobre plantas medicinales y a promover otra forma de educarnos y mantener la salud, basada en una relación cultural y no solo económica.

“En nuestros territorios, hay personas de 70, 80 y 90 años que conocen de plantas medicinales y sus usos. Debemos rescatar ese conocimiento. En Venezuela, existen universidades, pensadores y escritores que han investigado sobre este tema, y deberían ser parte del sistema comunal. Lo comunal no solo se basa en relaciones económicas, sino también en lo cultural. Desde lo cultural, debemos desarrollar una nueva forma de educarnos y de buscar o mantener la salud”, recalcó.

Lucha de ideas

Néstor Hugo Angulo aseveró que la racionalidad moderna colonial capitalista ha descalificado y menospreciado las prácticas de salud indígenas y aborígenes. Señaló que el conquistador abole la cultura del otro e impone su modelo educativo, político y sanitario, ajeno a las realidades territoriales.

En tal sentido, el comunero reiteró la importancia de respetar nuestras raíces y formas de organización. Destacó que la lucha de ideas es permanente y que debemos valorar lo propio frente a lo externo.

“Si no respetamos nuestras raíces, nuestras formas de organización y nuestras formas de cultivo, sin duda alguna le hacemos un flaco favor al conquistador, al dominador y, sobre todo, a un sistema que constantemente envía el mensaje de que lo de afuera y lo externo es mejor que lo de adentro y lo propio”, alegó.

Angulo mencionó que términos como “campesino” e “indio” han sido utilizados de manera peyorativa, mientras que “europeo” se asocia con “conocimiento” y “razón”. “Esta lucha de ideas no es nueva, sino que ha existido durante siglos, con pensamientos impuestos para servir a un modelo de dominación”, expresó.

Recuperación de modos ancestrales de cultivo de alimentos y sistemas de salud

Néstor Hugo Angulo destacó la necesidad de generar debates dentro de los espacios territoriales para la recuperación de modos ancestrales de cultivo de alimentos y sistemas de salud.

Indicó que la salud es un tema comunitario y que el sistema curativo, capitalista, centrado en la enfermedad, no ha dado respuesta a las necesidades de la humanidad.

“La salud no es un asunto individual, sino comunitario, de la comunidad. El sistema actual, basado en lo curativo y en el capital, no ha dado ni dará respuestas a la humanidad. Esto significa que debemos comenzar a buscar otras lógicas, otros pensamientos y otros modos de vida distintos al capital. En este caso, es crucial recuperar esa memoria histórica, ancestral e indígena que aún conservamos en Venezuela”, persistió.

Néstor Hugo Angulo refirió la oportunidad que representa para Venezuela la construcción del Estado comunal, que debe ir más allá del sistema económico e incluir otra lógica educativa y sanitaria. Puso como ejemplo a Ramón González, un arquitecto y “yerbatero” con 45 años de experiencia en medicina ayurvédica, quien atiende a personas interesadas en otras formas de buscar la salud.

“Usted va los sábados y encuentra a unas 10 o 12 personas en consulta con él. Esto significa que hay personas que han entendido que existen otras formas y lógicas para buscar la salud, pero que también requieren, en primer lugar, que la persona asuma la responsabilidad de que la salud es una acción que debe tomar. La salud no es algo que se reciba de un especialista con medicamentos, acupuntura, una medicina, una bebida o cualquier tratamiento recetado. En realidad, es una concepción integral. Comenzamos con el nivel de conciencia de la persona, entendiendo que la salud también es un modo de vida”, detalló.

Salud emocional en la salud física

Néstor Hugo Angulo resaltó, por ejemplo, la importancia de la medicina oriental, en particular la ayurvédica, en la cual una consulta se convierte en un encuentro con un sanador. En este contexto, explicó que se aborda la salud emocional como un componente esencial de la salud física. Los sanadores indagan sobre hábitos de consumo, patrones de sueño y relaciones personales y laborales para entender la situación emocional del paciente.

Subrayó que las enfermedades pueden entrar por la cabeza (por medio del pensamiento) y por la boca (a través de la alimentación). El bombardeo constante de información a través de internet y redes sociales digitales impone una (ir)racionalidad que afecta la forma de pensar y, en consecuencia, la salud emocional y física.

El educador popular insistió en avanzar hacia un modo de vida sano y adoptar otras formas de relacionarse y pensar que conduzcan a la felicidad.

“A medida que avancemos en ese pensamiento descolonizador, en ese pensamiento para la vida, para adoptar un modo de vida sano, sin duda aflorarán otras formas de relacionarnos y pensar que nos llevarán a la felicidad. En una sociedad nunca estaremos ajenos a problemas, accidentes o situaciones adversas a la vida. Sin embargo, cuando una persona tenga la capacidad de pensar, entender y ver de manera dialéctica los avances, retrocesos y golpes que podemos encontrar, tendremos mayor capacidad de asimilar las realidades políticas y comunitarias, especialmente en lo que respecta a la salud”, finalizó.

Redacción: José Tomedes Gutiérrez

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