Caracas, 26 de febrero de 2025 (Prensa Mincomunas).- Comuneros y comuneras del país se reunieron en Caracas para exponer sus reflexiones, experiencias y testimonios frente a la agresión imperial, cuyas ignominiosas medidas coercitivas unilaterales y otros métodos de presión han golpeado al pueblo venezolano.
Durante el foro “Impacto del bloqueo imperial en los derechos de los pueblos. ¡Habla la comuna!”, realizado este martes en los espacios del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales en Caracas, se destacaron historias de resistencia y superación, subrayando cómo la común-unidad y la solidaridad han sido fundamentales para sobrellevar las heridas múltiples ―y a veces indelebles― infligidas al pueblo venezolano (y a cualquier otra persona afectada).
En el encuentro, los comunes coincidieron en la necesidad de seguir fomentando espacios de sentipensamiento e ideas —fuera de la narrativa imperial, la realidad, las agendas y los horizontes inventados por esta—, que no solo permitan evaluar los efectos negativos del factor imperial en la vida de los pueblos, sino también repensar las capacidades y el poder de transformación comunitaria y las oportunidades que se abren para la construcción de alternativas antisistémicas, de largo alcance, que tengan como foco la vida.
Este foro, coordinado entre el Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales y la Fundación Justicia y Derechos Humanos, contó con la participación de más de 70 líderes comunales, investigadores académicos, activistas de derechos humanos y servidores públicos.
Guerra económica
Andy Alfonso Hernández, de la Comuna Socialista 5 de Marzo “Comandante Eterno”, ubicada en Caracas, destacó la importancia de entender por qué Venezuela es un objetivo del sistema imperial. Argumentó que esta guerra tiene sus raíces en los intereses de las potencias extranjeras, que ven al país como una mera mercancía, debido a sus vastas reservas de recursos naturales, que incluye más de 300 mil millones de barriles de petróleo y una estimada reserva de gas natural de 5000 millones de metros cúbicos.
El comunero enfatizó que el conocimiento de estas riquezas por parte del pueblo venezolano es fundamental para su defensa. “Inevitablemente, estamos incorporados en la cadena de valor de cualquier rubro, servicio o actividad económica a nivel planetario. Entonces, ¿entendemos por qué estamos en la mira del imperialismo?”.
El caraqueño también señaló que la guerra no solo se libra con armas, sino también con estrategias psicológicas destinadas a socavar la moral del pueblo venezolano. Según Hernández, el imperialismo busca imponer la narrativa de que el modelo comunal venezolano no es capaz de satisfacer las necesidades de la población.
Resaltó los efectos devastadores de las medidas coercitivas unilaterales, a las que describió como “balas” que han impactado directamente en la economía y el bienestar del pueblo venezolano.
“De las medidas más importantes y económicamente devastadoras, que en este momento son más de mil, son contra la industria petrolera, contra Pdvsa. ¿Por qué a Pdvsa? Pdvsa proporciona el 80 % del financiamiento de los programas sociales y del impulso estatal del nuevo modelo económico, social y político de desarrollo comunal. Estas medidas coercitivas unilaterales han sido mortales para todo el país”.
Recordó que, desde 2016, en vigencia el Decreto Obama, que califica a Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América”, el país llegó a enfrentar una inflación de 130 000 %. “Esto melló nuestra economía y la manera de ver la economía”, apuntó.
Andy Alfonso Hernández hizo hincapié en la necesidad de resistencia del pueblo y unidad para enfrentar los desafíos. Destacó que, a pesar de la inflación y la caída del producto interno bruto, a causa de las medidas coercitivas unilaterales, Venezuela ha venido construyendo su propio modelo, adoptando otras formas de relación y de producción, algo que el imperialismo no ve con buenos ojos.
“Juntos podemos construir un futuro mejor, y ese futuro es comunal, no hay otra opción. Por eso, poseemos más cinco mil trescientos espacios de gobierno y autogobierno para unificar el nuevo Estado. ¿Qué significa esto? Chávez no hizo una revolución para cambiar el nombre de la parroquia a comuna. Chávez no hizo una revolución para incorporar un nuevo poder. Chávez nos convocó a una revolución para transformar totalmente la sociedad”, finalizó.

Golpes a la agroalimentación
En tanto, Víctor Manuel Pineda, de la Comuna Obrera Socialista Agrícola Tierra Cafetalera, localizada en Guarico, estado Lara, subrayó la resistencia del pueblo venezolano frente a las medidas coercitivas unilaterales y la guerra económica.
Explicó que la agresión imperial contra Venezuela ha dificultado el acceso de semillas e insumos para la producción de alimentos; pero también ha significado un momento clave para la recuperación de nuestro sistema de alimentos y puso en el centro la revalorización de la dieta en función de la despensa agroecológica local.
“El imperialismo ha tratado de humillarnos. A pesar del daño que nos ha hecho, nos hemos sabido levantar. Esta guerra bestial contra este pueblo no ha parado ni un momento”, afirmó.
En tal sentido, recordó igualmente las heridas profundas que la agresión imperial ha dejado en el pueblo. Contó el caso de un campesino muy estimado en la comunidad, quien sufrió un accidente con machete mientras estaba trabajando en el campo y no pudo ser trasladado a tiempo a un centro médico por falta de gasolina. Fue en momentos en los que el imperialismo arreciaba su ataque a la industria petrolera venezolana y al país. “Es doloroso, sí; lloramos a los caídos de esta guerra, pero nos levantamos y avanzamos”, reiteró.
Comentó, además, la determinación del pueblo venezolano para hacerse cargo de su propia historia. “El pueblo venezolano ha decidido cambiar esa narrativa que nos contaron, que el capitalismo es lo mejor, y adoptar un modelo centrado en la vida y en la esperanza. Es un pueblo que ha decidido ser libre, construyéndose desde adentro, desde lo propio”, expresó.
Pineda criticó el modelo capitalista, al que describió como un modelo de muerte que destruye el planeta y separa a la humanidad de la naturaleza. En contraste, defendió el modelo comunitario que promueve la solidaridad y la vida. “La única forma de subvertir ese orden impuesto es en comunidad”, enfatizó.
El comunero larense resaltó los avances de la Revolución Bolivariana en la construcción de un futuro propio y un modelo alternativo al capitalismo. “El imperialismo nos quiere pisotear, nos quiere gobernar, quiere tener nuestras riquezas, pero la Revolución Bolivariana está avanzada”, insistió.

Heridas psiconeuroinmunoendocrinológicas
Kelly Sabrina Pacheco, de la Comuna Agroecológica y Ecoturística Cte. Adrián Moncada, en Barquisimeto, estado Lara, recordó cómo, entre 2017 y 2018, las medidas coercitivas impuestas por el imperialismo contra Venezuela afectaron gravemente el sector salud.
“Los medios de comunicación en aquel entonces trataban de manera sesgada la situación de los hospitales. No decían que el imperialismo, a través de sus medidas coercitivas unilaterales, estrangulaba al sector salud. No contaban que estas medidas impedían la llegada de insumos médicos, la venta de repuestos para reparar los aparatos e instrumentos médicos, y nos negaban el acceso a tecnología médica”, afirmó
Asimismo, Pacheco remarcó el impacto psicológico que estas medidas tuvieron en la población venezolana, sembrando un velo de desesperanza y pesimismo, especialmente entre los jóvenes. Explicó que estas “heridas psiconeuroinmunoendocrinológicas” han dejado secuelas en la salud colectiva, manifestándose en diversas enfermedades.
“Tuvimos personas con ataques de pánico, con insomnio crónico, con enfermedades autoinmunes y depresión, producto del estrés que se nos inyectó. Fue atacada nuestra economía, pero también nuestra salud mental”, precisó.
Durante la pandemia del covid-19, la terapeuta en protocolos de autorregulación para la salud natural contó que Venezuela enfrentó bloqueos que dificultaron el acceso a vacunas. Sin embargo, resaltó la resistencia del pueblo, que miró hacia adentro y recurrió a la medicina ancestral y natural. Subrayó que la pandemia demostró la capacidad del pueblo venezolano para encontrar soluciones desde sus propias raíces y tradiciones culturales.
“Empezamos a mirar, a mirar adentro, a mirar esa medicina natural, esa medicina ancestral. Somos un país multiétnico y pluricultural, y eso nos da una plataforma maravillosa de interculturalidad para ver qué podemos tomar de todas las culturas para salir adelante”, dijo.
Pacheco enfatizó que las adversidades enfrentadas han abierto las puertas a la medicina natural, promoviendo un retorno a los orígenes y a la naturaleza. “Somos espíritu, somos cuerpo, somos emociones, somos sentimientos, somos un todo y entendemos lo comunal como un todo: no son los problemas de una persona, es el problema de todos”, afirmó.
Por último, la docente e investigadora acentuó la resiliencia y amorosidad del pueblo venezolano, que ha sido subestimado por el imperialismo. “En Venezuela estamos por el camino correcto de la historia”, concluyó.

Situaciones límite para el sostenimiento de la vida cotidiana
Por su parte, Vanessa Alejandra Pérez, de la Comuna Las Cinco Fortalezas de la Revolución Bolivariana, en Cumanacoa, estado Sucre, expuso con claridad los difíciles años desde 2015, cuando el bloqueo imperial comenzó a afectar gravemente a Venezuela. La desaparición de alimentos y medicinas se convirtió en una constante, lo que generó tristeza y sufrimiento en el pueblo.
Sin embargo, Vanessa Pérez destacó la capacidad de los comuneros y los territorios comunales para innovar y encontrar soluciones. “Recuerdo que, en ese entonces, desapareció de los anaqueles una harina muy famosa en Venezuela, la que la agroindustria nos decía que era la mejor y la que había que comer. Pero nosotros hicimos nuestra propia harina, contrarrestamos esa situación, logramos hacer jabón, defendimos nuestras luchas y avanzamos en los procesos comunales”, afirmó.
La comunera aseveró que las dificultades enfrentadas por las familias venezolanas son, sin duda, producto del bloqueo impuesto. Aseguró que, a través de los procesos comunitarios, se ha logrado garantizar la salud, la economía y el bienestar.
En su testimonio, recordó la pérdida de un familiar cercano en 2017 debido a la falta de medicamentos y reactivos, un ataque directo al sistema de salud venezolano. “El imperio nos atacó en lo que más nos duele: en la salud, en la familia, en los vínculos comunitarios”, expresó.
A pesar de estos desafíos, Vanessa Alejandra Pérez enfatizó que el pueblo venezolano ha comprendido que la unión, la solidaridad y la comunidad son claves para superar cualquier dificultad. “Las soluciones están en el territorio”, afirmó.
Reconoció que el imperialismo sigue atacando el modelo comunitario venezolano y anhelando las riquezas del país, pero subrayó que “el pueblo unido jamás será vencido”.

Ataques a la identidad y organización comunitarias
Johan José Tovar, de la Comuna Charaguaray, en El Valle del Espíritu Santo, estado Nueva Esparta, manifestó cómo, durante los últimos 10 años, el pueblo venezolano ha sufrido las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo.
A pesar de estos ataques, Johan José Tovar destacó la capacidad de resistencia y organización del pueblo, que ha sabido levantarse y defender su identidad y símbolos con fuerza y determinación.
El comunero oriental mencionó que durante esos años hubo una profunda desmoralización, y algunas personas incluso se avergonzaban de ser venezolanas debido al constante ataque a la subjetividad nacional.
Recordó que la frase “Me iría demasiado” se convirtió en una expresión común entre los jóvenes, reflejando el deseo de escapar de un país que se percibía, fruto de la agresión imperial, sin futuro. Esto resultó en la emigración de más de dos millones de venezolanos y venezolanas. “Diez años de ataques y bloqueo imperial, diez años que perdimos de desarrollo del poder comunal”, determinó.
A pesar de los dolores y las cicatrices que estos años de bloqueo imperial han dejado, el líder comunal enfatizó la decisión del pueblo venezolano de ser libre y continuar con la revolución comunera. “Aquí hay revolución comunera para rato y vamos a enfrentar el bloqueo imperial con más fuerza popular”, afirmó.

Imperialismo cultural contra la educomunicación popular
Thierry Deronne, de la Comuna José Gregorio, en La Pastora, Caracas, Distrito Capital, evocó la importancia de la ideología bolivariana y los componentes socialistas y marxistas que Hugo Chávez incorporó a la comunicación. Destacó la necesidad de crear un nuevo derecho de informar y hacerlo eficiente frente al bloqueo informativo.
Según Deronne, la técnica es ideológica y no se puede confiar en los hechos presentados por los enemigos para crear contenido revolucionario.
Deronne mencionó que, por ejemplo, en la unidad popular de Chile se entendió que había una técnica burguesa y que no había una técnica neutra, y que el pueblo no había tenido la oportunidad de crear la suya. Criticó las lógicas mediáticas que perpetúan formas anacrónicas y subrayó la necesidad de repensar la formación en este ámbito.
El comunero aseguró que otra muestra de que la técnica es ideológica se observa, por ejemplo, en la Misión Vivienda, en la que muchas veces la gente cuando se muda a su apartamento empieza a votar contra la Revolución. “¿Por qué? Bueno, porque los cánones de la ciudad moderna, la separación física empuja a buscar otro referente que ya no es la comunidad.

Comuna de pensamiento, de ideas
El abogado especializado en Derecho Constitucional y Derechos Humanos, Juan Carlos Castro, subrayó la importancia de la resiliencia durante el bloqueo y la necesidad de fortalecer la comuna como base de la Revolución Bolivariana. “Todos quieren participar en la construcción de la Venezuela posbloqueo”, afirmó, destacando tres conclusiones claves.
En primer lugar, Castro enfatizó la necesidad de acelerar la conformación de espacios comunitarios, consejos comunales y comunas, poniendo en práctica las leyes del poder comunal. En segundo lugar, mencionó el Golpe de Timón, una iniciativa de Hugo Chávez y que el presidente Nicolás Maduro está retomando. Esta estrategia busca reactivar el poder comunal y aprovechar las experiencias de los comuneros y comuneras. “Nos retrasaron durante 10 años en el desarrollo del poder comunal, sí, pero este es el momento para reactivarlo”, instó.
Remarcó la importancia de la reforma constitucional para insertar el poder comunal en la constitución. “Vamos a revisar el Golpe de Timón, vamos a revisar las leyes del poder comunal, vamos a revisar las experiencias que tenemos todos, sobre todo en las comunas, y vamos a llevarlo a la constitución”, apuntaló.
Castro dijo que este foro no debe terminar aquí, sino que debe continuar desarrollando propuestas para aprovechar el impulso de este 2025, un año en el que Venezuela sigue en crecimiento económico y reconstituyendo su tejido comunitario. “Vamos a aprovechar este impulso para retomar el lema Comuna o nada”.

Bloqueo o agresión imperial, no “sanciones”
Para finalizar, el abogado Juan Carlos Castro, quien se desempeñó como relator de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y correlator de la sentencia n.º 100 de 2015, la cual marcó un hito, al declarar nula la orden ejecutiva de Barack Obama, explicó que, para hablar sobre la agresión contra Venezuela, no se debe utilizar el término “sanción”, porque esta palabra se refiere a algo impuesto por un tribunal o un órgano administrativo tras un debido proceso. Es decir: las medidas coercitivas unilaterales impuestas por países sin jurisdicción en Venezuela no pueden ser consideradas sanciones.
Castro apuntó que la sentencia 100 del 2015 de la sala constitucional estableció que Estados Unidos no tiene jurisdicción para imponer leyes en Venezuela.
De acuerdo con el jurista venezolano, estas medidas coercitivas unilaterales son, en realidad, un bloqueo. Señaló que los decretos que prohíben la compra de petróleo al Gobierno venezolano son medidas que vulneran la soberanía del Estado caribeño y prohíben el comercio con otros países.
Aunque estas medidas están dirigidas a doblegar y aterrorizar a los pueblos, Castro detalló que el sistema dominante no reconoce la política genocida ni terrorista de EE. UU. Sin embargo, destacó que la relatora de Naciones Unidas para las medidas coercitivas unilaterales ha afirmado que estas medidas vulneran flagrantemente los derechos humanos de los pueblos.
Castro recalcó que solo los tribunales nacionales tienen la facultad para imponer sanciones, ya sean internos o externos a la República.
Redacción: José Tomedes Gutiérrez





