Comunero de Lara: Debemos comprender que la vida solo puede ser comunitaria

Caracas, 26 de noviembre de 2024 (Prensa Mincomunas).- “Es clave construir comunidad para enfrentar los desafíos en el territorio”, así lo dijo Jean Carlos Rodríguez, parlamentario de la Comuna Édgar Rodríguez del municipio Jiménez, del estado Lara. Con 44 años y oriundo de la comunidad Cerro Morón, este comunero representa el espíritu tenaz de su gente, quienes han encontrado en la práctica agroecológica su principal fuente de vida.

Jean Carlos Rodríguez creció en Cerro Morón, una comunidad rural situada a unos 10 kilómetros al oeste de la capital del municipio Jiménez, Quíbor. Este territorio se caracteriza por su clima semiárido, donde las lluvias son tan escasas que expresó, jocosamente, que “en Quíbor son nueve meses de verano y tres meses que parece que va a llover”. Sin embargo, en este entorno semiárido, Jean Carlos ha forjado su vida y su misión comunitaria.

“A pesar de la escasez del vital líquido, aquí se trabaja con lo que se tiene”, dijo Rodríguez, en el programa radial “En clave comunal”, moderado por la periodista Nerliny Carucí.

El comunero larense comentó que, en la comuna, conformada por 1152 familias, se cultiva una variedad de productos hortícolas como cilantro, cebollín, apio españa, ajo porro y, en ocasiones, melón. Además, la cría de ganado caprino y ovino, así como de algunos bovinos para la producción de leche y carne, complementa la economía agrícola de este territorio.

El parlamentario comunal refirió que, desde 2006, muchos productores del territorio han adoptado la recolección de agua de lluvia en combinación con sistemas de riego por goteo, lo que ha permitido un uso más eficiente del agua y un mayor rendimiento de las cosechas.

“Anteriormente, regábamos utilizando un método conocido como riego por inundación, que consistía en llenar los surcos de agua manualmente. Este método nos limitaba a producir menos cantidad. Actualmente, con la implementación del riego localizado, específicamente el riego por goteo, hemos logrado no solo aprovechar el agua, sino también mejorar nuestras cosechas”, apuntó.

Además, señaló que se han construido casas de cultivo artesanales que protegen las plantaciones de las plagas y mejoran el control del manejo hídrico. “Mientras muchos asocian las casas de cultivo con estructuras sofisticadas de plástico y metal, en el campo optamos por un enfoque más sencillo. Utilizamos madera para las estructuras, techos de alambre y mallas que cubren todo. Optamos por este diseño porque en Quíbor las precipitaciones son escasas, por lo que no necesitamos la protección adicional que ofrecen los techos de plástico contra la lluvia. Esta solución nos ha permitido mejorar tanto el rendimiento de nuestras cosechas como la eficiencia en el uso del agua, un recurso escaso en toda nuestra comuna”, explicó Jean Carlos Rodríguez.

Dichas prácticas permiten a la Comuna Édgar Rodríguez continuar con su producción agrícola, a pesar de las duras condiciones climáticas, lo que demuestra la determinación, la conciencia del deterioro ambiental global y local, y el trabajo colectivo de sus habitantes.

Las lluvias y la crisis climática global

Sobre la existencia de pozos de agua en el territorio comunal, Jean Carlos Rodríguez contó que en la comuna la perforación de pozos artesanales ha sido limitada. “Puedo decir de tres o cuatro pozos que se han construido, pero no para la producción agrícola. Estos pozos se han creado, principalmente, para uso doméstico, como lavar y realizar los quehaceres del hogar. En general, los habitantes de nuestra comunidad dependen de los estanques y las lluvias. Cuando finalmente llegan las lluvias, es cuando aprovechamos al máximo el agua y comenzamos el ciclo de siembra. Las lluvias pueden darse en mayo, junio, septiembre o hasta noviembre, aunque también puede suceder que no llueva en absoluto”, aclaró.

En este contexto y ante la pregunta sobre si han presentado algún tipo de variación debido a la crisis climática global, el comunero respondió que ha habido cambios notables en los patrones de lluvia. “Nuestros abuelos solían decir que las lluvias llegaban en abril y octubre, pero hemos observado que en algunos años, durante esos meses, no se forma ni una nube. A veces, pasan dos o tres años sin ver una gota de agua en abril, lo cual contrasta con lo que solía ser. En cambio, hemos visto chaparrones inesperados en meses como agosto, cuando tradicionalmente no esperamos lluvia. Estos cambios climáticos significan que ahora, cuando esperamos la lluvia, a menudo no llega, y cuando menos lo esperamos, puede caer un aguacero inesperado”, indicó.

Impacto de la empresa capitalista El Tunal

Jean Carlos Rodríguez aborda los retos que enfrenta la Comuna Édgar Rodríguez al tener en su corazón a la empresa capitalista El Tunal, fundada en los años 70. Manifestó que la llegada de esta empresa significó el cierre de muchos talleres artesanales en la comunidad, ya que los habitantes comenzaron a trabajar para la empresa debido a mejores ingresos. “El dueño aprovechó esta situación para comprar tierras a los campesinos, aumentando así sus posesiones hasta más de 4000 hectáreas”.

Jean Carlos recuerda cómo su abuelo, Hipólito, explicaba que el empresario compraba tierras y cercaba hasta donde le alcanzaba la vista. “Con el tiempo, muchas familias perdieron sus tierras y se vieron obligadas a trabajar para El Tunal”, relató

Sin embargo, no todos se resignaron a esta situación; algunos, como Jean Carlos y su padre Mario Rodríguez, prefirieron continuar con la agricultura en sus propias tierras, a pesar de las dificultades. “Con el paso del tiempo, las nuevas generaciones fueron surgiendo y no todos se sintieron atraídos por trabajar para el empresario capitalista. Mi padre, Mario Rodríguez, siempre ha sido agricultor y, a sus 79 años, continúa trabajando la tierra, todos los días. A mí nunca me gustó la idea de trabajar para un empresario, a pesar de que en una época me vi obligado a hacerlo. Siempre he preferido trabajar en el campo junto a mi padre, en nuestras propias tierras, dedicándome a la producción agrícola”, platicó.

A diferencia del modelo capitalista, Jean Carlos aseguró que la producción comunal no solo es equitativa, sino que también crea un sentido colectivo para las familias, quienes saben que siempre tendrán un lugar en la comuna, independientemente de su edad o capacidad.

A diferencia de la producción capitalista, el comunero Jean Carlos asegura que la producción comunal persigue un sentido colectivo para las familias, basado en el cuido y la solidaridad.

“En toda la comuna, hemos desarrollado unidades de producción familiar que se han formado con el tiempo. Cada familia se dedica a una actividad particular según sus recursos: aquellos que tienen cabras, se enfocan en la cría de cabras; los que tienen vacas, en la ganadería bovina; y quienes tienen tierras, se dedican a la siembra. Este modelo de producción familiar ha mostrado resultados muy distintos a los de trabajar para un empresario, donde los trabajadores, a menudo, son reemplazados cuando envejecen o no cumplen con las expectativas de rendimiento como lo exige el modelo capitalista”, acentuó.

Sostuvo que cuando trabajas en algo colectivo, sabes que siempre tendrás un lugar. “No te despiden por no rendir como lo hacías antes, porque estás trabajando en tu propio terreno, en tu casa, en tu unidad de producción o predios comunales, de ello se beneficia la comunidad. Por ejemplo, el productor de leche de cabra no solo produce leche, sino también suero y queso, que se consumen localmente en la comunidad. Por otro lado, en la empresa capitalista, nada se vende directamente a la comunidad. Todo lo que se produce se envía a las industrias para ser procesado y, luego, vendido en tiendas y supermercados del país, desconectando, así, la producción del entorno comunitario”, atestiguó.

Relación con la madre tierra

En cuanto a la relación con la madre tierra, el comunero Jean Carlos Rodríguez subrayó que el productor agrícola capitalista se enfoca en las ganancias, sin considerar el daño que pueda causar a la naturaleza no humana, como la deforestación y el uso de químicos que alteran los microorganismos del suelo. En contraste, “un campesino cuida el entorno, protege las cuencas geográficas y trata la tierra con respeto para no dañarla”.

De acuerdo con Jean Carlos, la Comuna Édgar Rodríguez está tomando medidas para desarrollar el cultivo agroecológico. Comentó que, actualmente, dos comuneros están en Brasil formándose en agroecología con el Movimiento Sin Tierra (MST). Al regresar, apuntó, planean implementar una unidad de producción agroecológica en la comuna en 2025. Esta unidad utilizará técnicas respetuosas con la madre tierra.

“Estamos preparándonos para comenzar en 2025 con una unidad de producción agroecológica que será la primera completamente gestionada por la comuna. Hasta ahora, todas las unidades de producción eran pequeñas y familiares, pero esta nueva unidad será un esfuerzo colectivo más grande, respaldado por el Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil, quienes tienen una gran experiencia en agroecología”, enfatizó.

Informó que, además, planean destinar un área para el cultivo de aguacate, una fruta de ciclo largo. “Tenemos planes de crear una unidad de producción agroecológica con casas de cultivo para la producción de pimentón y tomate, así como también un área que va a ser destinada para la producción de aguacate, que es fruta de ciclo largo. Pero ya estamos preparados para eso con el tema hídrico”, comunicó.

Estas iniciativas demuestran el compromiso de la Comuna Édgar Rodríguez con una producción autogestionaria y una relación respetuosa con la madre tierra, enfrentando el modelo capitalista con una visión comunitaria y ecológica.

Redacción: José Tomedes Gutiérrez

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