Investigador comunitario: Golpe de Timón es clave para retomar el pensamiento crítico descolonial de Chávez

Caracas, 22 de octubre de 2024 (Prensa Mincomunas). “El espíritu de la comuna es mucho más importante en este momento que la misma comuna: la cultura comunal”. Esta es una de las frases que forma parte de un discurso histórico que pronunció Hugo Chávez el 20 de octubre de 2012, durante un Consejo de Ministros realizado en el salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores, en Caracas.

Esta proclama es conocida como el Golpe de Timón, una declaratoria que marca el camino para continuar con la Revolución Bolivariana y traza los lineamientos para la construcción del socialismo comunitario de manera tangible.

En este contexto, el investigador comunitario Francisco Herrera subrayó que, aun cuando han transcurrido doce años de aquel discurso histórico, el Golpe de Timón sigue vigente, con mucho material que debe ser leído, releído, estudiado y reflexionado.

Según Herrera, Hugo Chávez dedicó los años entre 2009 y 2012 a una radicalización continua del proceso revolucionario, reflejando una profunda reflexión sobre el camino recorrido y los desafíos venideros.

Este investigador destacó la importancia del tejido comunitario, la economía local y la justicia democrática desde el territorio como elementos clave en los que Chávez hacía hincapié hacia la constitución de otro tipo de sociedad.

“Un mensaje que él venía tratando de posicionar en el imaginario de los venezolanos es lo comunal, pero mucho más que el imaginario comunal, es la economía local, la justicia democrática desde el territorio. No había calado en la dimensión en que él lo planteaba. Incluso las viviendas que se habían ido incorporando al Sistema Nacional de Vivienda. Ya Misión Vivienda tenía un recorrido, pero Chávez comienza a darse cuenta de que no bastaba con las viviendas, que ahí había algo más que transferir, que no era material. Y creo que esa angustia la trata de plasmar en esa alocución del 20 de octubre, donde salen muchos elementos. Me atrevo a decir que hoy uno escucha esa alocución y tiene mucho más que decirnos hoy que lo que tenía que decirnos hace doce años. Porque, además, muchos de los elementos que Chávez sentía que había que profundizar, frente al bloqueo y al imperialismo reactivado, se han desvanecido en la narrativa de hoy, producto de la angustia y la preocupación política de estos últimos doce años provocada por la escalada imperialista. Muchos de esos elementos hay que retomarlos en la discusión”, señaló.

La cultura comunal en el Golpe de Timón

Durante su participación en el programa “En clave comunal”, moderado por la periodista Nerliny Carucí, el biólogo venezolano Francisco Herrera explicó que dos elementos fundamentales vienen a su mente al hablar de la cultura comunal en el contexto del Golpe de Timón. Citó el libro El espíritu de la comuna y su golpe de timón. Líneas del pensamiento de(s)colonial de Hugo Chávez para repensar la vida, que recoge una gran cantidad de discursos del presidente Chávez “con mensajes muy poderosos”.

Herrera reiteró que entre 2009 y 2012, Chávez se dedicó intensamente a pensar, estudiar y entender la situación del país. En 2010, Hugo Chávez ya hablaba de una “crisis mundial, energética, ambiental, ecológica, económico-financiera, económico-productiva y alimentaria”, describiéndola como “la madre de todas las crisis” y una crisis del modelo de vida capitalista que amenaza con acabar la vida en el planeta.

En tal sentido, el investigador y educador popular señaló que Chávez se dio cuenta de que el esfuerzo para la transformación no solo debía ser material, sino también espiritual, “ya que el capitalismo no solo empobrece materialmente, sino también espiritualmente”.

Para Herrera, es crucial definir y entender el capitalismo, ya que este sistema mercantiliza todos los procesos de producción, incluyendo las relaciones entre seres humanos y con la naturaleza. “Considero que aún tenemos un trabajo pendiente: definir qué es el capitalismo. Primero, debemos revisar la teoría, al igual que revisamos la historia. La teoría es el fruto del esfuerzo de muchas personas por comprender sus momentos históricos, y de alguna manera, son luchadoras de su tiempo. Así como buscamos, desde la perspectiva de Walter Benjamin, redimir las luchas del pasado y las luchas de clases desde la aparición del capitalismo, también debemos redimir el conocimiento, pues el conocimiento que no se redime se desvanece en el tiempo. Con esto, quiero decir que Chávez, al criticar el capitalismo, lo aborda de manera poética, de cómo el capitalismo nos constituye, cómo nos relacionamos con la Tierra y con las personas”, apuntó.

Recordó que “Chávez, en su angustia, quería salir de ese capitalismo mercantilizado, pero veía la transformación como un proceso progresivo. De hecho, ese 20 de octubre, él dice: ‘Hemos avanzado mucho, pero nos falta avanzar muchísimo más’”.

La satisfacción de las necesidades y la lógica del desarrollo

Francisco Herrera explicó que, en su discurso del 20 de octubre de 2012, Chávez se refirió a la satisfacción de las necesidades como el gran horizonte de la garantía de la vida. Dijo que, para reproducir la vida, es necesario garantizar las necesidades esenciales; pero, cuando estas necesidades no se explican claramente, la palabra “necesidades” puede perder su significado.

“Si uno dice que las necesidades son alimentación, vivienda, relaciones comunitarias, etcétera, y las necesidades terminan siendo electricidad, agua bombeada, y le vas agregando la radio, la televisión, el internet como necesidades, ya esa palabra quedó vaciada de contenido”, razonó.

Francisco Herrera señaló que Chávez se dio cuenta, después de 10 años de gobierno, de que una cosa es satisfacer necesidades de cualquier manera, debido a la urgencia de la coyuntura, y otra cosa es cómo se satisfacen esas necesidades.

“El capitalismo nos enseñó una única manera de satisfacer necesidades, y como el horizonte era satisfacerlas, se recurre a la única opción conocida. Sin embargo, Chávez se dio cuenta de que había otras maneras de satisfacer necesidades y de caracterizarlas. La lógica del desarrollo y del progreso juega con el imaginario de las necesidades, y el capitalismo, a través de su sistema educativo y de formación, impone una narrativa de primitivismo y atraso a quienes consideran que sus necesidades esenciales son suficientes”, manifestó.

El conocimiento y la transformación cultural

Francisco Herrera abordó el reto planteado por Juan José Bautista en su libro ¿Qué significa pensar “desde” América Latina? El investigador explicó que muchas generaciones en Europa han vivido dentro de la lógica del capitalismo, lo que ha moldeado su memoria histórica. En Venezuela, los referentes no capitalistas en el pasado se están alejando cada vez más, ya que la mayoría de los ancestros actuales han vivido en un contexto pos-primer pozo petrolero.

“Estamos hablando de ancestros como ese personaje de Gino González en su tema ‘Guacharaca conuquera’ que quedó entrampado entre el estar y el ir, que de ser campesino quiso ir a esta invención del imaginario capitalista que es el ascenso social, la ciudad, el progreso económico y quedó en el medio del puente. Pero han venido después dos generaciones que ni siquiera se han planteado el estar y el ir, sino que ya están inmersas dentro, empobrecidos o no, en el imaginario capitalista. Entonces lo que está planteando Juan José Bautista es un esfuerzo muy grande por imaginarse el mundo no capitalista”, relató.

Herrera mencionó que Chávez valoraba enormemente la formación y la teoría revolucionaria. Citó un pasaje del Aló, presidente (teórico) n.° 1, donde Chávez subraya la importancia de la teoría revolucionaria para el impulso y rumbo de la revolución socialista: “¡Es imposible que haya una revolución si no hay teoría revolucionaria!”.

“¿Por qué traigo este comentario del presidente Chávez? Primero, porque no se lo está diciendo a su gabinete ministerial, sino a todo el pueblo venezolano. Si todo el pueblo está siendo invitado a estudiar y a generar teoría revolucionaria, es porque no existe dentro de la lógica venezolana un iluminado. A veces se escuchan frases como: ‘La comuna lo sabe todo, el barrio lo sabe todo o el académico lo sabe todo’. ¡Eso no existe! Como dijo Chávez, estamos en una crisis de la manera en que comprendemos la vida. En este momento de crisis, todos tenemos algo que aportar, pero también algo que reproduce la crisis. Por eso es fundamental estudiar en este momento histórico”, aseveró Francisco Herrera.

Tecnología y capitalismo

Francisco Herrera señaló que, en su alocución del 20 de octubre de 2012, Chávez hizo también una crítica profunda a la tecnología, afirmando que no hay tecnologías objetivas ni neutras. “Y eso es cierto, todas las tecnologías tienen una ideología”, aseguró.

“Todas las tecnologías que se han producido desde 1750 hasta nuestra fecha, basadas en carbón, en petróleo —fuentes de energía inagotables en el imaginario de las personas— son tecnologías del capitalismo”, detalló.

El especialista del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) Francisco Herrera mencionó que, en Venezuela, el monocultivo del maíz es una tecnología del capital, similar al cultivo de la caña de azúcar, que fue el primer cultivo del capitalismo.

“En Venezuela, en el ámbito de las comunas, he visto muy arraigado el cultivo del maíz, que es una tecnología del capital. El monocultivo de maíz, al igual que la caña de azúcar, consume mucho nitrógeno del suelo y demanda mucha agua, lo que lleva al empobrecimiento del suelo y de los seres humanos en sus territorios”, precisó.

Herrera explicó que el monocultivo de maíz requiere mano de obra barata y está diseñado para producir más de lo necesario para la alimentación local, lo que lleva a la industrialización y a la “eficiencia”, una palabra del léxico capitalista.

“Trabajar menos y producir más es una esencia de una relación del capital. Cada vez que eso se enuncia desde el marco del socialismo, desde el marco de la comunalidad, se está enunciando capitalismo. Es el Cristóbal Colón y el Bill Gates que tenemos dentro. Es decir: tú estás enunciando una frase esencial del capitalismo en tu lógica”, alertó.

La economía comunitaria y la autocrítica

Francisco Herrera insistió en el planteamiento de Hugo Chávez sobre la teoría revolucionaria, destacando que él hablaba de formas de pensar que tienen siglos de antigüedad. “Cuando Chávez hablaba de la teoría revolucionaria, se refería a formas de pensar que tienen 200, 300, 400 años. No estaba diciendo que debamos leer una teoría determinada. Aunque disfrutaba leer textos como los de Antonio Gramsci, quien explicaba que una revolución es un proceso donde algo está muriendo y algo va a nacer, Chávez no limitaba la teoría a esos textos”, aclaró.

Afirmó que la teoría revolucionaria, según Chávez, es el debate y la discusión colectiva de las problemáticas reales llevadas a la esencia.

El ecólogo comentó que en las comunas, especialmente en las rurales, se habla del orgullo de alimentar a la ciudad, pero señaló que la ciudad es una tecnología del capitalismo. “Un país como Venezuela, con una alta población urbana, está diseñado por y para el capitalismo. Para deslastrarse de los elementos esenciales del capitalismo, Venezuela tendría que cambiar su demografía, con más personas involucradas en la producción de alimentos y cercanas a las fuentes de agua”, argumentó.

Herrera enfatizó que el reto actual no es solo cómo hacer una revolución socialista, sino en qué escenario se puede hacer esa revolución, considerando la crisis ecológica y el bloqueo imperial.

“Es decir: pareciera que nosotros pasamos —y yo sí creo que aquí las ‘sanciones’ han sido muy poderosas— de la angustia de Chávez de construir una revolución, preparándonos para estos momentos, porque quiero aclarar algo, Chávez no solo estaba consciente de la crisis ambiental planetaria y de la crisis del capitalismo como un todo, Chávez ya había visto lo que estaba ocurriendo en Libia (2011). Esto quiere decir que ya Chávez estaba claro que el imperialismo iba por todo en un momento de desesperación y él lo que quería en su angustia de radicalizar la revolución era prepararnos para ese momento. Entonces, la pregunta es cómo desde el debate local, desde la preocupación y no solo en el campo, sino en las zonas populares de las ciudades —que en Venezuela son mucho más grandes que otros países de Latinoamérica— tienen que comenzar a pensar, como en la canción de Gino González en su tema ‘Guacharaca conuquera’, de ese señor que no se quede vendiendo lotería o pensando en lo que pudo haber sido”, remarcó.

En este sentido, el investigador comunitario concluyó que es fundamental el pensamiento crítico de Chávez y la autocrítica en este momento histórico. “Creo que Chávez, si algo tuvo siempre a su favor, primero fue la crítica, el estudio, la reflexión y la acción. Pero hacer solo acción, citando a Chávez, sin el espíritu de Chávez, no es suficiente. No es Chávez sin espíritu, tiene que ser el Chávez con espíritu, y el espíritu de Chávez es la pre-ocupación, la reflexión y la transformación”, apuntó.

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