Ecóloga venezolana: El conuco nos lleva a reconectarnos con la naturaleza y con la vida

Caracas, 26 de junio de 2024 (Prensa Mincomunas).- Investigadora venezolana Noemí Chacón destaca el valor del conuco como espacio de educación y socialización para los procesos comunales en Venezuela.

Durante su participación en el programa radial “En clave comunal”, Noemí Chacón inicio este espacio explicando que la gente tiene en mente que el conuco es un sistema agrícola muy fácil, donde el poblador corta, quema, cosecha y culmina el proceso.

En tal sentido, la ecóloga venezolana aclara que el conuco es un proceso complejo que implica estrategias de regeneración y respeto por la naturaleza. Asegura que el conuco va más allá de esa visión de parcela agrícola: el conuco es un espacio de vida, una forma de espiritualidad, que permite hacer comuna, hacer comunidad de vida, no solamente entre humanos, sino entre los seres humanos y la madre tierra, pero también con los ancestros, porque allí está toda la espiritualidad que ha intentado robar la modernidad a los pueblos.

Refiere sobre la diversidad del manejo del conuco, por ejemplo, en las comunidades indígenas de los uwǫttüjas y los yekuanas. “Cada pueblo indígena tiene su propia manera de trabajar el conuco. Por ejemplo, los uwǫttüjas practican la sucesión de cultivos para asegurar la regeneración del bosque, mientras que los yekuanas utilizan un borde de regeneración para promover la biodiversidad y la autorregeneración del espacio”, detalla.

La investigación de Noemí Chacón expone la profunda conexión entre el conocimiento indígena y su espiritualidad, donde cada acción está enfocada en preservar y reproducir la vida. Afirma que en las comunidades indígenas “ningún terreno se abre sin realizar ritos, que son momentos clave para transmitir sus conocimientos ancestrales”.

Noemí Chacón enfatiza que el conuco, además, es importante en el entramado social de los pueblos indígenas, siendo un lugar donde se genera conocimiento y se fortalece la comunidad. “Todas las actividades que estás poblaciones hacen giran en torno al conuco. Y ese conuco está vinculado a lo que es toda su cosmovisión, sus creadores están presentes”.

Barrera colonial

Sobre la crisis ambiental global, la investigadora venezolana apunta sobre la importancia del conuco y el conocimiento indígena para enfrentar esta problemática, aunque subraya que el enfoque colonial que aún prevalece en las instancias internacionales las considera parte del pasado.

En este aspecto, lamenta que las voces indígenas por sí solas no llegan a estos espacios modernos/coloniales. “Actualmente, hay un grupo de investigadores en el Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) que estamos intentando aproximarnos a este conocimiento a través de la coproducción de conocimientos. De hecho, en toda esta experiencia generamos una metodología de coproducción de conocimientos que está ahora siendo evaluado por pares internacionales, pero que se generó desde esa experiencia con pueblos indígenas”, destaca.

“La gente se preguntará por qué estos conocimientos indígenas tienen que ser validada por pares internacionales. Eso es debido, lamentablemente, a la colonialidad. Para poder hacernos visibles, no lo podemos dejar en un espacio local, porque eso serviría solo para nosotros. Sin embargo, nosotros queremos decirle al mundo que hay que construir comunidad y esa construcción en comunidad sirve para comenzar a decir que el conuco tiene un papel fundamental en la regeneración del bosque tropical, por ejemplo, podemos decir que los pueblos indígenas frente a la crisis climática están mejor preparados que nosotros (los que vivimos en las ciudades), que tienen estrategias de adaptación muy valiosas y que hoy día deberían ser recogidas por los gobiernos del mundo”, explica Noemí Chacón.

En este contexto, la investigadora del IVIC resalta la sabiduría de las poblaciones indígenas en la comprensión del clima, señalando que poseen una variedad de indicadores biológicos y astronómicos que les permiten predecir cambios climáticos con precisión, algo que, a menudo, no se logra con la tecnología occidental. Noemí Chacón sugiere que al acercarnos y aprender de las comunidades indígenas, podríamos tener una comprensión más amplia y localizada de las variaciones climáticas en diferentes regiones.

La vida en riesgo

Por último, Noemí Chacón advierte sobre las consecuencias de la expansión agrícola intensiva y la deforestación con fines comerciales que hoy intensifican la crisis ambiental global. Da como ejemplo el bosque amazónico, un vital consumidor de carbono y regulador del clima regional, que se encuentra en un punto crítico.

“Si estas actividades destructivas continúan, el bosque amazónico podría transformarse en un ecosistema diferente, como una sabana, lo cual tendría efectos devastadores dada su importancia ecológica para la región y el mundo”, sentencia.

Contrario a esto, la ecóloga Noemí Chacón señala el uso amigable de la tierra por los pueblos indígenas, que incluye prácticas como el conuco que permiten la regeneración del bosque.

Chacón insta a los tomadores de decisiones a considerar cambiar el modelo extractivista que intensifica la crisis ambiental y nos enfrenta a alteraciones en los ecosistemas que hacen impredecibles las respuestas. Un modelo que está destruyendo no solo el bosque amazónico, sino el planeta en general. Apunta a la necesidad de preservar este ecosistema, ya que controla el clima regional y controla el suministro de agua dulce, esenciales para la vida en la región y el planeta.

Insiste en pensar en el “conuco como un espacio de socialización, de generación de conocimiento y de conexión con la naturaleza, hacernos parte de ella, porque realmente hace tiempo que estamos desprendidos de la naturaleza”.

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