Comunero Carlos Rodríguez: Es vital que la comuna sea no solo un deseo, sino una alternativa de vida posible

Caracas, 27 de marzo de 2024 (Prensa Mincomunas).- “Las comunas y el sujeto comunero tienen mucho que aportar a las transformaciones planteadas en Venezuela”, de acuerdo con el militante de la Unión Comunera y vocero del Consejo Comunal Terraza de la Lola, en el municipio Guaicaipuro del estado Miranda, Carlos “Camarada” Rodríguez.

En tal sentido, durante su participación en el programa “En clave comunal”, transmitido por Radio Nacional de Venezuela, Carlos Rodríguez dijo que la comuna tiene un papel determinante en el proceso de descolonización hacia la independencia plena, especialmente en las 7 Transformaciones propuestas para el período 2025-2030.

Rodríguez enfatizó que, más allá de la comuna como institución, es el espíritu de la comuna lo que impulsa el cambio. Este espíritu refleja la visión de Simón Bolívar sobre la suprema felicidad social y el concepto de “vivir bien”, heredado de los pueblos ancestrales.

Expresó que la comuna se entiende como un espacio de construcción diaria del ecosocialismo. “Es como una planta que requiere atención constante. La comunidad no es, la comunidad se hace, se construye a diario en todos los espacios”, arguyó.

En este contexto, el militante comunitario apuntó que la comuna transforma y debe transformar las relaciones humanas y las relaciones económicas: “La intención es que las comunas podamos tener espacios en donde los hombres y las mujeres trabajemos libres de explotación”.

No obstante, comentó que esta transformación representa un gran desafío. “Se dice sencillo, pero la sociedad ha estado impregnada por relaciones de dominación y explotación por muchos años, por siglos. Transformar eso que la modernidad/capitalista ha sembrado en nosotros es bastante complejo”.

Es por ello, que Carlos Rodríguez reiteró que la comuna es el camino para construir relaciones de generosidad, empatía, solidaridad y amor. De ahí que la comuna constituya una alternativa de vida que rompe con el modelo hegemónico que se quiere cambiar.

La comuna como fundamento para la transformación

Rodríguez recordó que la comuna no es un concepto adoptado al azar por Hugo Chávez, sino que es el resultado de un extenso estudio teórico y práctico que se remonta a experiencias históricas como la Comuna de París, las comunas chinas y las comunidades originarias de Abya Yala.

Según el vocero comunitario, Chávez reconoció la comuna como un elemento esencial del nuevo modelo organizativo político, cultural y económico de Venezuela, una idea que resuena en su Golpe de Timón.

En este sentido, subrayó que, a 11 años de la trascendencia de Hugo Chávez, su legado sigue vigente, ya que siguen naciendo comunas para dar respuestas a las necesidades en el propio territorio.

Comuna como resistencia al capitalismo

Carlos Rodríguez aseguró que la comuna rompe con la lógica y cultura moderno/capitalista, un sistema que está en crisis y en guerra con la humanidad y la naturaleza no humana.

En este aspecto, explicó que la comuna es contraria al individualismo, una práctica que es inherente al capitalismo: “En la comuna, el trabajo colectivo beneficia a todos en lugar de enriquecer a unos pocos. La espiritualidad de la comuna, la cultura de complementariedad y solidaridad, y la práctica de trabajar juntos para resolver problemas complejos son aspectos cruciales que definen la comuna”, afirmó. 

Destacó que históricamente, las acciones individuales han sido insuficientes para las soluciones de los problemas y que la organización comunitaria y el trabajo por el bien común son esenciales. En el contexto rural, manifestó que prácticas como la labranza se realizan en conjunto, a través de “convites” o “cayapas”, donde la comunidad se une para trabajar la tierra.

Por otra parte, expuso que en las ciudades se observa un fenómeno similar denominado la “vaca”, en el que las personas contribuyen a un fondo común para resolver necesidades colectivas.

Rodríguez enfatizó que estos métodos de complementariedad y solidaridad, que han resistido el dominio capitalista, deben ser fortalecidos y reconocidos para el desarrollo del espíritu comunal. “Si nosotros le damos mucha más potencia y mucha más notoriedad a estas iniciativas conocidas como ‘cayapa’, ‘minka’, ‘mano vuelta’ y ‘convite’, seguramente, vamos a encontrar también otras iniciativas que van a seguir surgiendo para el desarrollo de lo que es el espíritu de la comuna, que es un espíritu colaborativo, solidario y complementario”.

Reiteró que la comuna es el espacio vital para la transformación de las relaciones humanas y económicas, una forma donde se cultiva diariamente el socialismo y se fomenta una economía que beneficia a la comunidad en su conjunto.

Respeto a la madre tierra

En este tema, Carlos Rodríguez destacó la importancia de la agroecología y la cultura agrícola como medios para fortalecer la economía local y desafiar las prácticas convencionales del agronegocio. Argumenta que es crucial desaprender las prácticas impuestas por el modelo capitalista y adoptar perspectivas agroecológicas que respeten y reconozcan a la madre tierra.

“A veces, nosotros mismos somos constantemente reproductores del sistema capitalista que queremos destruir. Nos hemos encontrado con hombres y mujeres en los territorios comunales que, si no utilizan agrotóxicos, provenientes del agronegocio, se les complica producir; porque es la forma en que lo han venido haciendo. De ahí, la gran tarea de la comuna, del sujeto comunero, para que en el aprender haciendo ir generando prácticas agroecológicas, ecosocialistas que posibiliten trabajar el tema de producción de alimentos desde una visión de respeto y no destructiva de la naturaleza no humana”.

En ese “aprender haciendo”, el comunero mirandino evocó a los maestros venezolanos Walterio Lanz y Carlos Lanz y sus enseñanzas. “Ellos decían: ‘Nadie enseña a nadie, pero nadie aprende solo’. Es decir: nos formamos en colectivo, aprendemos en comunidad. Otra enseñanza que también nos dejaron es que ‘la palabra convence, pero el ejemplo arrastra’; es decir: nos ha tocado el trabajo de aprender, enseñar y a utilizar la pedagogía del ejemplo. Los maestros pueblos nos demuestran que sí es posible obtener una buena producción de alimentos sin agrotóxicos, sin dañar a la naturaleza no humana”.

La Comuna venezolana frente a la crisis ecológica

Ante las recientes olas de calor y el escenario geopolítico convulso, Carlos Rodríguez aseveró que las comunas venezolanas están adoptando estrategias no solo de adaptación, sino, especialmente, de reeducación. Insistió en la importancia de cambiar prácticas agrícolas tradicionales y promover la reforestación como parte de un enfoque ecosocialista.

Al respecto, el militante de la Unión Comunera comentó que se ha estado impulsando el desarrollo de viveros para reforestar y preservar los manantiales y afluentes de agua en los territorios.

Señaló al sistema capitalista y a las élites de poder como los responsables de la catástrofe ambiental global, que lleva a la muerte de la vida toda. “Como pueblo somos corresponsables también (aunque de manera diferenciada), porque en ocasiones seguimos reproduciendo lógicas capitalistas. Es fundamental que, desde nuestras comunidades, vayamos asumiendo completamente la lógica de la vida, de respeto a la naturaleza no humana”, insistió.

Citó el Quinto Objetivo Histórico del Plan de la Patria, plasmado por Hugo Chávez, que aboga por la preservación de la vida en el planeta y la especie humana. “Para nosotros, eso es clave; de allí, la perspectiva ecosocialista de nuestro proyecto comunero”.

Carlos Rodríguez sostuvo que la perspectiva ecosocialista del proyecto comunero busca implementar procesos que garanticen la reducción de la crisis ambiental, alineándose con las políticas del Gobierno nacional. Rodríguez recordó las palabras de Chávez en la cumbre de Copenhague 2009, quien resaltó la importancia de cambiar el sistema, y no el clima.

Cambio sistémico

Carlos “Camarada” Rodríguez manifestó que la humanidad no solo enfrenta los desafíos de la crisis climática, sino también las complejidades de la geopolítica actual. De acuerdo con el comunero, el capitalismo está llevando al mundo hacia la barbarie, manifestada tanto en la crisis ambiental como en la lucha por la hegemonía económica y militar.

En tal sentido, Rodríguez criticó la postura del imperialismo estadounidense y sus aliados, así como la disposición de estos a mantener su poder a cualquier costo. Refirió el cambio en la correlación de fuerzas internacionales con China, país emergiendo como una potencia económica, y los desafíos militares que enfrenta Estados Unidos y la OTAN en Ucrania en contra de Rusia.

Ante este panorama geopolítico, el comunero venezolano ratificó la necesidad de que los pueblos del mundo se organicen y adopten el modelo comunal, como una alternativa al proyecto moderno/capitalista que está llevando a la vida toda a la destrucción. “Tenemos el tiempo en contra y es vital que la comuna sea no solo un deseo, sino una vía posible, y eso está en las manos de los pueblos del mundo”.

En Venezuela, aludió a la intención de Hugo Chávez de establecer un sistema nacional unificado de comunas y remarcó la urgencia de este proyecto, con un plazo hasta 2030, para alcanzar aproximadamente nueve mil comunas operativas en Venezuela.

Rodríguez abogó por un ecosocialismo que reemplace la actual economía destructiva y sostuvo que la conciencia colectiva es fundamental para resolver la contradicción entre el desarrollo impuesto por el capitalismo y la preservación de la vida en el planeta. Dijo que la conciencia determinará el consumo responsable, y será clave para superar la dicotomía entre los recursos finitos del planeta y las necesidades crecientes de la humanidad, promovidas por el imaginario capitalista de “desarrollo” infinito.

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