Caracas, 19 de octubre de 2023 (Prensa Mincomunas).- Desde hace seis meses, los hombres y las mujeres de la Comuna Agroproductiva 5 de Marzo, ubicada en la Zona Sur del municipio Cocorote, del estado Yaracuy, han puesto en marcha un proyecto agroecológico de producción de humus de lombriz, un abono 100 % orgánico de altísima calidad, que sirve para mejorar la estructura física del suelo, aumentar la flora microbiana, proteger de diversos patógenos y para regular los intercambios de aire, agua y calor entre la tierra, el aire y la planta.
De acuerdo con Sandra Díaz, vocera de la Comuna Agroproductiva 5 de Marzo, este trabajo comenzó debido a que el 70 % de la tierra local con vocación agrícola es infértil, como consecuencia del uso indiscriminado de fertilizantes y productos químicos.
“En nuestra comuna, el 80 % de la población pertenece al sector campesino, al sector agrícola, por lo que tenemos una gran conexión con la naturaleza; por esta razón decidimos iniciar un proceso de reestructuración y reproducción de los microorganismos del suelo para poder cultivar los alimentos que necesita el pueblo”, manifestó Díaz.
La vocera señaló que, a través de una extensa investigación comunitaria, así como cursos y foros en línea, los comuneros y las comuneras iniciaron la producción y aplicación de humus de lombriz, también llamado vermicompost o compost de lombriz, que se origina a partir de la descomposición de material orgánico (como cáscara de huevo, conchas de verduras) por medio de lombrices californianas que les donaron a la comunidad.
“Las lombrices digieren el material orgánico, descomponiéndolo gracias a la acción de sus enzimas digestivas y de la microflora presente en su organismo. El resultado lo destilamos hacia otros tanques y allí se recoge el abono líquido, y con eso se hace el riego superficial en las plantas, dejando cinco centímetros de maleza que nos ayuda a proteger el suelo porque las temperaturas son demasiado altas. También estamos utilizando los vástagos de plátano y de cambur, ya que su composición orgánica es de 80 % de humedad. Se utiliza este desecho de vástago para sembrar cebollín, para semilleros de tomate y de parchita porque necesitan bastante humedad”, explicó.
Díaz aseguró que este abono ecológico facilita la asimilación de nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio y calcio, lo que provoca un aumento de la floración y de la cantidad y dimensión de los frutos cuando se comience a practicar la agricultura.
“Lamentablemente, por muchos años, se han utilizado productos químicos que han causado grandes daños en el ambiente. La crisis económica nos ha impulsado a sobrevivir autogestionando y sembrando rubros sin abono químico. Con el bloqueo financiero se desiste de lo agroquímico porque no se puede importar. Esta coyuntura nos ha favorecido, nos hemos propuesto crear nuestros insumos 100 % naturales con el menor impacto ambiental. Nos hemos dado cuenta, por fin, del deterioro que hay en los suelos por el proceso químico tradicional, y ya es hora de hacer algo al respecto y asumir la responsabilidad de nuestra relación con la Tierra”, expresó.
La vocera Sandra Díaz añadió que las familias campesinas de la Comuna Agroproductiva 5 de Marzo han hecho un gran trabajo con los conucos, en los que se pueden conseguir diversas hortalizas y frutas locales.
“Además, hemos realizado un gran trabajo de formación con los campesinos y los productores. Hemos hablado de que sí se puede ser productivo, pero de una forma menos invasiva y destructiva. Tenemos más del 70 % de la comunidad trabajando en la agricultura y queremos mejorar las prácticas y los procesos para preservar la vida”, puntualizó. (Texto: Karina Depablos).