KatyaColmenares

Katya Colmenares: El sentido de la comuna es donar para la vida

Lara, 3 de mayo de 2023 Prensa MinComunas/Karina Depablos.- En su reciente visita a Venezuela, la investigadora mexicana Katya Colmenares Lizárraga aseguró que, para construir un nuevo proyecto civilizatorio, debemos concebir a la naturaleza como sujeto.

“Si queremos algo nuevo, tenemos que cambiar el paradigma de fondo. Si para nosotros la naturaleza es sujeto, es madre, todos somos hermanos con la misma madre. La Tierra es fundamento, es madre. La transformación es profunda. Para producir en comunidad necesitamos naturaleza, por ejemplo, para producir en un aserradero se necesitan árboles porque ellos donan vida para la vida. Entonces, el sentido de la comuna es donar para la vida”, explicó.

De acuerdo con la profesora y filósofa mexicana, la comuna está llamada a producir una cultura nueva que nos permita relacionarnos con la naturaleza y reproducir la vida. “Seguimos atrapados en la modernidad cuando repetimos ciertos esquemas. Se nos ha enseñado que el mundo está lleno de objetos. Los pueblos originarios nunca abandonaron esa concepción de que somos naturaleza. ¿Cómo hacemos nosotros si fuimos concebidos en la modernidad? Pues, debemos comenzar a no ver a las comunidades desde fuera. No es copiar, se trata de internalizar en nosotros la vida. Somos la vida consciente y autoconsciente. La racionalidad de la vida no está lejos, está más cerca de lo que creemos”, manifestó.

En tal sentido, Colmenares reiteró que los países de América Latina están llamados a crear desde sus necesidades y sus realidades. “La descolonización es tomarnos en serio el trabajo de la comuna. Si algo hemos perdido en Latinoamérica es mirarnos con nuestra propia mirada; estamos mirando con la mirada de la modernidad. Trabajar el tema de las comunas no es volver al pasado; los pueblos originarios que mantienen sus comunidades no son el pasado, son presente; porque han permanecido en el tiempo. Lo verdadero es lo que tiene raíz, es lo que permanece en el tiempo. Y estas comunidades han estado presentes en nosotros, son referente vivo y presente. La comunidad es verdadera. Alimentarnos de comuna va a ser fundamental en este proceso de transformación”, subrayó.

Comuna es vida

En la Escuela Decolonial Comuna o Nada, la profesora Katya Colmenares insistió en que es imprescindible pensar cuál es el contenido de la utopía de la comuna. “La utopía está detrás de cada modelo político, de cada sistema económico, en las familias, en el trabajo de cada día, de cada uno de nosotros que nos levantamos y tenemos sentido de vida. La utopía nos atraviesa; es esa fuerza, ese espíritu que nos sostiene. No se ve con los ojos, pero se ve en los efectos que produce. En la comuna, tenemos que pensar qué es lo que tiene por dentro para tomar conciencia de las acciones que tenemos que llevar a cabo para poder producirla y llevarla a la realidad”, acotó.

Según la filósofa Katya Colmenares, la comuna es la respuesta para dejar atrás el modelo de desarrollo capitalista. “Tenemos la modernidad, este proyecto civilizatorio en el cual vivimos que más que tener utopía es una distopía porque en el cumplimiento de su sueño va destruyendo a la humanidad y la vida. Es una utopía sin sustento y esa es la diferencia y por eso debemos tomar conciencia. Muchas veces estamos en contradicción. Por una parte, planteamos un desarrollo infinito de la modernidad. Más comodidad, más tecnología y la pregunta es hacia dónde va eso. El desarrollo, como tal, es vacío en sí mismo. Tenemos un planeta Tierra finito, con recursos finitos y el desarrollo que tenemos que pensar no puede ser en términos infinitos. Debemos plantearnos nuevos conceptos que no sean cuantitativos, sino cualitativos”, expresó.

La investigadora decolonial Katya Colmenares recalcó que el desarrollo infinito cuantitativo es una proyección racional lógicamente pensable, pero empíricamente imposible. “Nosotros tenemos que pensar nuestra utopía desde un infinito cualitativo, porque no nos sirve un desarrollo infinito de comodidades infinitas. La distopía de la modernidad, al final, viene con contracciones que vienen con la supresión de la vida. Nos hace pensar en lo que necesitamos de la vida. Un infinito cualitativo es la dignidad, es un concepto infinito no se puede medir, pero nos da esa compresión de lo absoluto que raya con lo sagrado. Esa dignidad es la que deberíamos encarnar en la comunidad. A esos infinitos debemos aspirar”, puntualizó.

Galerías de imagenes:

https://t.me/audiovisualescomunas/1028

Comparte en redes sociales