Caracas, 14 de abril de 2023 (Prensa Presidencial).- Una fecha de la historia reciente que marcó el rumbo de la nación hacia la construcción del Socialismo del Siglo XXI, emprendido por el Comandante Eterno Hugo Chávez, fue el 14 de abril de 2013, cuando a través del voto el pueblo llevó a la Presidencia de la República a Nicolás Maduro.
Apenas cinco días después el “hijo de Chávez”, se juramentó ante el Parlamento e inició un gobierno orientado a profundizar los logros sociales para los sectores más necesitados como bandera de la Revolución Bolivariana.
A 10 años de este evento histórico se ratifica la voluntad política del Jefe de Estado, de seguir construyendo la patria socialista y proteger a los más de 30 millones de venezolanas y venezolanos que en resistencia han soportado el vil bloqueo imperialista que se dispuso desde la Casa Blanca para desmantelar el modelo de inclusión social, plasmado en el Plan de la Patria 2019-2025.
Un poco antes de la medianoche del lunes 15 de abril de 2013, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, anunció que tras una jornada comicial de masiva participación, el pueblo venezolano había escogido como presidente para el período 2013-2019 al candidato socialista Nicolás Maduro.
El abanderado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) logró la victoria con 7.505.338 de los votos escrutados, lo que representaba, para ese momento, el 50.66 por ciento del total del padrón electoral.
“Hoy podemos decir que tenemos un triunfo electoral justo, legal, constitucional, popular (…) Mañana lunes 15 (de abril) la vida y el trabajo continúan y ahora con más ahínco y amor por el gigante (Hugo Chávez) la construcción del Plan de la Patria entra en una nueva fase de aceleración y desarrollo”, dijo Maduro tras el triunfo.
Desde 2013, hasta hoy, la Revolución ha continuado sus avances en el incremento de la inversión social, la reducción de la pobreza extrema, la lucha contra la desigualdad, el fortalecimiento de la democracia y la garantía de los derechos fundamentales.
De los logros obtenidos en esta década destacan la construcción de miles de viviendas para los más desposeídos, una matrícula escolar de más de 10 millones de estudiantes en todos los niveles que cursan con gratuidad y calidad. Así mismo más de 7 millones de familias que hoy son abrazadas con la garantía de alimentos a precios subsidiados, mientras que el Sistema Público Nacional de Salud ha salvado millones de vida gratuitamente.
De esta gestión se precisa la Agenda Económica Bolivariana con sus 18 Motores que se apuntan a dinamizar el aparato productivo, al tiempo que la Diplomacia Bolivariana de Paz, ha sido punta de lanza para consolidar relaciones internacionales con países hermanos al más alto nivel.
En dos años de pandemia por la COVID-19, Venezuela levantó las banderas de la garantía de la vida como premisa frente al flagelo que azotó a Latinoamérica y el mundo.
El renacimiento del Poder Comunal, la coordinación entre el Poder Público y el resto de los Poderes, así como el diálogo permanente con todos los sectores del país han sido parte de la victoriosa gestión del Presidente Nicolás Maduro, para mantener la estabilidad y la paz política del país, así como para echar adelante el país en medio de las dificultades provocadas por la guerra multiforme.
En contexto, previamente, el 8 de marzo del 2013, a pocos días de la desaparición física del Comandante Hugo Chávez, Nicolás Maduro, asumía oficialmente como Presidente encargado de la República Bolivariana de Venezuela, en cumplimiento al artículo 233 de la Constitución Nacional referido a las faltas absolutas.
En torno a este compromiso, el Mandatario, durante su discurso anunció su primera acción de Gobierno y fue pedir al Consejo Nacional Electoral (CNE) que convocara a elecciones presidenciales inmediatamente, de acuerdo a lo establecido en el citado artículo de la Carta Magna.
“Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes”, señala la máxima legislación venezolana.
Para entonces, la juramentación estuvo a cargo del presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello. Maduro, señaló que cumpliría con la Constitución de la mano del pueblo libre.
“Juro a nombre de la memoria histórica de Simón Bolívar, de Ezequiel Zamora y de su ejército desarmado, juro a nombre de nuestros niños, de los soldados de la Patria, de los obreros, de los campesinos, juro a nombre de la lealtad más absoluta al comandante Hugo Chávez que cumpliremos y haremos cumplir esta Constitución Bolivariana con la mano dura de un pueblo dispuesto a ser libre, ¡Lo juro!”, dijo Maduro ante el Parlamento.
Gobernando pese a todo
Tomando en cuenta lo que pasó más adelante, el triunfo electoral fue probablemente una de las cosas más sencillas para Maduro; quien después de haber asumido el máximo cargo del ejecutivo nacional ha tenido que enfrentarse casi a diario con innumerables ataques de la ultraderecha, no solo en su contra sino en contra del proceso socialista.
Tras la partida física de Chávez la ultraderecha se sintió fortalecida y confiaba que volvería al poder, pero no tomó en cuenta la convicción revolucionaria del pueblo venezolano. Sin embargo, tras una intensa e inédita campaña que solo llevó a otra derrota de la oposición, la frustración se exacerbó y se planificaron diversas vías antidemocráticas para derrocar al Gobierno legítimo.
El Presidente ha denunciado en varias oportunidades que la burguesía opositora venezolana está aliada con la ultraderecha internacional e incluso con terroristas residenciados en Estados Unidos (EE.UU.) Ningún vocero gubernamental niega las duras que pueden ser las consecuencias de cada intento golpista, pero tampoco se rinden en su lucha.
Frente a la coyuntura, Venezuela sigue invicta con la conducción del Presidente Nicolás Maduro, y con el irrefutable apoyo internacional a la Revolución Bolivariana, manifestada tanto en organismos de integración como la Organización de las Naciones Unidad (ONU), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el G77+ China, Petrocaribe y la Comunidad del Caribe (Caricom); además de otros gobiernos del mundo y, lo más importante el apoyo del pueblo venezolano que sigue fiel al legado de Hugo Chávez y en defensa del socialismo.